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Estafa a PAMI: En Santiago también usan muertos para estafar a la obra social de los jubilados

Hay dos personas, de 60 años, que fueron detenidas por los efectivos y además se les secuestró una importante cantidad de documentación y sellos de médicos.

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PAMI LOCAL Crédito: Gendarmería realizó allanamientos. Hay detenidos y secuestros.

En el transcurso de la mañana de ayer, personal de Gendarmería Nacional —con asiento en la provincia— llevó a cabo tres allanamientos de manera simultánea en la ciudad Capital y en La Banda, en el marco de la investigación por la millonaria defraudación a la administración pública nacional, que afecta al PAMI.

El titular del PAMI, Carlos Regazzoni, denunció que la entidad tiene una deuda de más de 5 mil millones de pesos y que por año, hay una deuda de 500 millones de pesos en medicamentos.

En este marco, en la siesta de ayer, los efectivos irrumpieron en una farmacia ubicada en la intersección de Avenida Circunvalación e Ingenio Contrera —cerca de un conocido supermercado situado en el sur de la ciudad Capital— donde se procedió a detener a dos personas.

Se trata de una pareja, de aproximadamente 60 años, residente en el barrio Siglo XXI. Los abuelos habían llegado a la farmacia con una receta y un carné del PAMI para comprar insulina. El recetario estaba a nombre de una persona —que según el padrón de la entidad nacional, está fallecida—. De inmediato, los farmacéuticos alertaron a los efectivos de Gendarmería Nacional, sobre la maniobra delictiva, por lo que los uniformados de investigaciones se hicieron presentes en el comercio.

De inmediato, por disposición del juez federal de Santiago del Estero, Dr. Guillermo Molinari, se ordenó la inmediata detención de los dos clientes. En ese momento, se secuestró en la farmacia importante documentación, valiosa para la investigación, la que fue facilitada por los empleados del lugar.

 

Documentación y sellos

Posteriormente, los gendarmes se apersonaron en una vivienda ubicada en Manzana 29, del barrio Siglo XXI. Allí, procedieron a secuestrar recetarios del PAMI y aproximadamente 10 carnés que pertenecen a afiliados al organismo nacional que ya fallecieron.

Los abuelos tenían recetas con prescripciones de dosis de insulina y medicamentos para la presión. Además, había en su vivienda otros recetarios completados con medicamentos varios. También hallaron sellos de médicos.

 

Allanamiento en La Banda

De acuerdo con los datos obtenidos en los recetarios, los gendarmes se apersonaron en un consultorio médico ubicado en calle Las Heras, del barrio Centro de la ciudad de La Banda. Allí, secuestraron una importante cantidad de documentación importante para la causa.

 

“Hay más de 7.500 afiliados fallecidos”

 

egún revelaron las autoridades nacionales, en total se encontraron en todo el país —hasta el momento— más de 7.500 afiliados fallecidos, de quienes se utilizaba su nombre y carné del PAMI para realizar las compras con recetas adulteradas.

“Encontramos más de 7.500 personas fallecidas, a las que se le hacían prescripciones y se compraban remedios por sumas millonarias”, remarcó Carlos Regazzoni, en un programa televisivo. Y explicó: “Por ejemplo, mayores de 80 años que compraban 30 ó 34 medicamentos en un mes, en 19 farmacias distintas, en cuatro provincias. Es un acto de corrupción a todas luces”.

Regazzoni dio más ejemplos: “A otros se les prescribía falsamente recetas por hasta diez veces la dosis máxima tolerable de un medicamento. Había también pacientes en el padrón de diabéticos que no habían consumido insulina en un año, pero sí tirillas reactivas por cifras millonarias”.

Según se conoció en todo el país, hay aproximadamente 20 denuncias por la maniobra delictiva que afecta a los jubilados.

 

Hay médicos que fueron estafados

 

La millonaria defraudación no sólo afectó directamente al PAMI, sino también a miles de médicos a quienes se les falsificó la firma y además se duplicó sus sellos, con el fin de realizar las recetas.  Entre los medicamentos más requeridos se encuentran la insulina y pastillas para la presión y problemas psiquiátricos.

Según indicó Carlos Regazzoni a los medios nacionales, la venta de medicamentos a personas fallecidas incluía sobremedicación y adulteración de la identidad de los médicos. “En 2013 hay varias denuncias. Se usaban los nombres de los profesionales para recetas que no firmaban. Una matrícula habría hecho 39 mil recetas en un año. Eran verdaderas fábricas de recetas”.

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