Las organizaciones fundamentalistas han encontrado en Internet el mejor medio para propagar sus peligrosos mensajes a la sociedad global y un instrumento para consumar sus más reprobables acciones.
Un ejemplo paradigmático de ello es la Iglesia del Final de los Tiempos, fundada por quienes ellos llaman “profeta”. Andrés de la Barra es el creador de esta organización que opera como una verdadera red de captación de “fieles”. Apela a la “Santa Biblia” y la “Palabra de Dios” para obligar a sus seguidores a tributar un diezmo obligatorio, so pena de ser eliminados del “Libro de la Vida”, un presunto “inventario” de almas que serán salvadas una vez consumado el fin del mundo que —según proclaman— es inminente.
De profundo sesgo machista y homofóbico, De la Barra y su “Consejo de Apóstoles” presionan públicamente a sus adeptos, hasta cuando sólo dejan “monedas”. Un ejemplo de ello es el “escrache” público en la red social Facebook —donde tienen 86.218 seguidores— a Luis Castillo: “Reprendemos públicamente al hermano Luis Castillo por haber ofrendado monedas durante el culto de ayer. A Dios le desagrada el molesto ruido que hacen las monedas al caer, por lo que el diezmo y las ofrendas se deben hacer en billetes”.
En la web oficial del “culto”, una pasarela de pagos permite el aporte obligatorio con conocidas tarjetas de crédito.
