“Uno de los tipos le apuntaba a mi hijo con un revólver y el otro golpeaba a mi madre. Si yo no estaba aquí, creo que mataban a mi madre a golpes”, fue el desgarrador relato de una empleada doméstica de 36 años.
Paola Abregú tiene un hijo de 7 años. Vive a escasas cinco cuadras de la casa de su madre, Norma Morales, de 55. Todos los días trata de acompañarla en su hogar. Faltaban unos minutos para que el reloj marcara las once de la noche del lunes, cuando las mujeres estaban en la vivienda ubicada en calle Santa Rosa del barrio Juan Felipe Ibarra y escucharon que alguien llamó a la puerta.
El hijo de Abregú salió a ver quién era. Abrió un vidriado lateral de la puerta principal y encontró a dos sujetos. “¿Qué necesitan?”, les dijo el menor a los desconocidos.
Los mismos estaban encapuchados. “Buscamos a Norma, ¿está?”, le respondió el visitante. Fue en ese momento que el niño fue a llamar a su abuela. La mujer caminó hacia la puerta. Se identificó y el sospechoso empujó la puerta e ingresó a la vivienda.
“Callate vieja... callate”, le repetía una y otra vez el agresor, mientras le propinaba golpes de puño en el rostro y la cabeza a Norma. Ante los gritos de clemencia del ama de casa, Paola fue a ver qué sucedía. Encontró la desgarradora escena: Su hijo era encañonado y su madre estaba en el piso, con un corte profundo en la cabeza.
Para defender a su madre, Paola tomó una plancha. No dudó ni un minuto y con el electrodoméstico les propinó un golpe en la cabeza a los desconocidos. Los sujetos reaccionaron violentamente y comenzaron a efectuar disparos. Paola sufrió un balazo en la pierna.
Los sujetos no robaron nada. Huyeron corriendo, efectuando disparos hacia la casa de las víctimas. Las damnificadas fueron hospitalizadas en el Regional y posteriormente radicaron la denuncia penal.
“Nunca tuvimos problemas ni con los vecinos ni con familiares. Apenas se conoció la noticia de que habíamos sido atacadas en nuestra casa, familiares y vecinos se acercaron a preguntarnos cómo estábamos. No entendemos qué pasó”, sostuvo Paola. Posteriormente, agregó: “Creo que vinieron a matarnos, por la violencia con la que nos agredieron”.
