Un violento individuo que en noviembre de 2019 violó una perimetral y se presentó en la casa de su exconcubina, y agredió al actual novio de la mujer, al que golpeó con un palo en la cabeza mientras estaba dormido, ocasionándole lesiones neurológicas irreversibles, deberá continuar tras las rejas porque la Dra. María Gabriela Núñez de Cheble, jueza de Control y Garantías de la Circunscripción Choya y Guasayán, le prorrogó la prisión preventiva.
Se trata de Roger Vitalevi, oriundo de El Rodeo, a quien la Dra. Natalia Simoes, representante del Ministerio Público Fiscal, le imputó los delitos de desobediencia judicial y lesiones graves calificadas.
Sobre el brutal ataque
El día del hecho, incumpliendo una orden de prohibición de acercamiento que la Justicia le había impuesto, Vitalevi se presentó en el domicilio de su expareja, situado en la localidad de Sol de Mayo, departamento Choya, en momentos que la mujer se encontraba con su actual pareja —a quien se identificó como Ariel Alejandro Cárdenas— y tras ingresar en forma abrupta al inmueble, golpeó fuertemente al novio de su ex en la cabeza, para lo cual había utilizado un trozo de rama de árbol, causándole una herida curable en 90 días, que derivó en secuelas neurológicas graves e irreversibles para el damnificado.
En el momento de la agresión, la expareja del inculpado había ido al baño, y Cárdenas estaba recostado y dormido en una cama.
Tras consumar el hecho, Vitalevi intentó huir rápidamente del lugar, aunque la Policía logró detenerlo a las pocas horas y lo puso a disposición de la fiscalía.
En el momento procesal oportuno, se dictó la prisión preventiva para Vitalevi, quien posee antecedentes penales por delitos contra la propiedad y también por violencia hacia su expareja.
Tenía condena anterior
Durante la última audiencia, la fiscal Simoes informó que el imputado posee un condena de cumplimento en suspenso, la cual estaba vigente a la fecha del hecho.
La representante del Ministerio Fiscal advirtió a la magistrada que los informes psicológicos daban cuenta de la peligrosidad del inculpado, y de su proclividad a incumplir las medidas restrictivas que le habían impuesto anteriormente.
