Un joven de 26 años domiciliado en Ushuaia, Tierra del Fuego, quien se encuentra de paseo en Las Termas y está hospedado en el barrio Herrera El Alto, pidió por la mañana un automóvil a través del servicio de Uber para realizar un viaje hacia la zona céntrica con la finalidad de seguir conociendo la ciudad cabecera del departamento Río Hondo. En efecto, cuando arribó el servicio, el pasajero comprobó que la conductora era una mujer, con quien inició una conversación de distintos temas. La charla fue tan amena entre el pasajero y la conductora del auto de alquiler que se inició con el clima frío y terminaron quedando de acuerdo para reunirse a fin de asistir a un boliche en horas de la noche.
En efecto, tal como estaba convenido, el joven turista y la joven seductora se encontraron y asistieron al local bailable. Bailaron y consumieron bebidas alcohólicas, que pagó el turista. En horas de la madrugada, tras una larga noche, decidieron retirarse del boliche y ascendieron en el auto de la termense, donde prosiguieron con la charla. Luego lo llevó al hospedaje y lo dejó.
Momentos después, el turista advirtió que no tenía el celular de alto costo económico. El joven se puso en contacto con su “amiga” porque consideraba que lo había volteado en el rodado, ya que al ascender tenía el aparato entre sus pertenencias. La mujer le manifestó que había mirado en el vehículo y el teléfono no se encontraba. Asimismo, le dijo que, como no se encontraba en buenas condiciones físicas, iba a buscar con mayor detenimiento en otra ocasión. No obstante, la conductora no volvió a comunicarse con el fueguino. La falta de respuesta provocaron que el joven se presentara en la Comisaría Comunitaria Nº 50 y se informaron a las autoridades del Ministerio Público Fiscal, quienes ordenaron que se diera intervención a la División de Ciberseguridad para ubicar el aparato y a la conductora.
