La educación básica es de suma importancia en la vida de las personas, pero cuando las instituciones educativas deciden dar un paso más allá involucrándose en el crecimiento de los alumnos en sus diferentes ámbitos, se logran resultados extraordinarios. Este es el caso del jardín cooperativo Inti Huasi, que a lo largo de los últimos años implementó el hábito de la alimentación saludable en sus alumnos.
Nuevo Diario visitó las instalaciones del jardín para dialogar con la directora Lorena Suárez y participar del desayuno de los pequeños, quienes cumplen con la consigna propuesta por las docentes gracias a sus padres.
“Notamos que a la hora del desayuno los niños traían muchos snacks o gaseosas, cosa que se volvió un hábito de todos los días prácticamente, por lo que empezó como un proyecto la alimentación saludable, proponiendo a los padres que envíen comidas como fruta, yogurt y demás, luego las docentes comenzaron a armar un menú a modo de propuesta, tuvimos reuniones con los padres por el tema y todos estuvieron de acuerdo y contamos con su apoyo, lo que nos generó tranquilidad, la verdad”, comenzó relatando la docente.
Inculcar a los niños
Sobre cómo inculcar a los niños este hábito, dijo: “Tenemos salitas de 2, 3, 4 y 5 años, por lo que fue un desafío hacer la bajada a los más chiquitos sobre todo, el que puedan entender que se puede comer rico y sano, pero el hábito en sí los niños lo implementan fácilmente siempre y cuando se llame su atención con los colores, sabores, las maestras también pusieron muchas ganas, les enseñan a hacer ensaladas de fruta, galletas caseras, explican sobre la alimentación de todos los días y cómo les beneficia para crecer el alimentarse bien”.
Este proyecto lleva implementado en la institución al menos 5 años, por lo que ya se convirtieron en un jardín saludable, “pensando en el bienestar de los chicos, necesitan comida que los ayude a crecer saludables”.
Durante el corriente mes, se encuentran trabajando sobre el cuidado del cuerpo, iniciativa impulsada también desde el proyecto, “pretendemos que sea algo en general el cuidado, también en cuanto a la realización de actividad física”.
Hábitos que perduran
Asimismo, detalló que los pequeños replican en sus casas lo aprendido y el hábito adaptado en el jardín, “los padres nos cuentan que este círculo en el que ellos también están involucrados, porque les preparan la comida, tiene sus resultados, van a sus casas y para la merienda saben que tienen que elegir algo saludable, por lo que nos llena de orgullo poder inculcar estas costumbres en ellos, ahí sabemos que nuestro trabajo vale la pena”.
