El Centro de Santiago se vio notablemente tranquilo en el Día del Trabajador, con calles prácticamente desiertas y una actividad comercial reducida al mínimo. Este feriado dedicado a honrar el trabajo y el esfuerzo de los trabajadores se caracterizó por una ausencia notable de actividad en la zona céntrica de la ciudad.
Las calles de la ciudad Capital, que normalmente están llenas de transeúntes y vehículos, hoy lucían vacías y silenciosas, reflejando la decisión de muchos ciudadanos de optar por quedarse en casa o buscar lugares más tranquilos para pasar el día.