Si este mes tuviste un poco de pereza y decidiste dejar tu barba larga, no hay problema, aún así tienes que saber ciertas cosas sobre cómo manejar tu vello facial, ya sea si decides conservarlo o no.
Muchas veces sucede que luego de rasurarte tienes la piel irritada o sufres cortaduras. Esto quiere decir que estás haciendo algo mal. Por esta razón hay que saber cómo corregir los errores más frecuentes a la hora de afeitarse y obtener resultados dignos del mejor barbero sin salir del baño.
Si crees que el error más frecuente se da cuando ya tienes el rastrillo en la mano, entonces tienes mucho que aprender, ya que la preparación de la piel y del vello para ser afeitado influye mucho en el resultado final.
Prepara tu piel antes de afeitarte
Como todo ritual, debes tomar el tiempo suficiente para hacer que tu rostro se vea mejor que nunca. El hecho de no preparar el vello para rasurarlo correctamente culmina en irritación y cortaduras provocadas por la prisa de apresurarse a terminar. El correcto proceso tiene como tareas lavar el rostro con agua tibia (para abrir los poros) y un exfoliante que ayude a eliminar la suciedad como células muertas de la piel.
La dirección para el afeitado
El máximo error a la hora del afeitado se comete al no planificar la dirección en la que se debe afeitar la barba y el bigote. Lo más recomendable antes de dejar el rostro sin rastro de vello es recortarlo lo más posible con una máquina de afeitar para así rasurar con el mínimo número de pasadas posibles y reducir la irritación y el enrojecimiento de la piel.
No repitas en la misma área
Muchos hombres por prisa se dan muchas pasadas con el rastrillo en la misma área, lo que suele provocar irritación. Al repetir este movimiento están maltratando su piel de forma inconsciente, si tu rastrillo ya no tiene el suficiente filo en sus cuchillas o la banda lubricante ha cambiado de color, entonces su vida útil terminó.
Cuida tus productos de higiene
Cuidarlos no sólo significa mantenerlos alejados de la humedad, sino también que estén fuera del alcance de otras personas: compartir tus productos del cuidado personal hace que acorten su vida útil y te vuelven propenso a contraer infecciones cutáneas, en este caso, rastrillos de cabezales o cartuchos removibles y desechables son perfectos para su fácil almacenamiento y uso.
Deja el alcohol
El uso de productos cosméticos como los aftershaves dañan tu piel en gran medida: la delicada piel después del rasurado es atacada por una loción para terminar con un rostro enrojecido y maltratado. Después de afeitarte, nada como un bálsamo en aceite o crema hidratante para calmar la piel.
Con éstos consejos, cada mañana tu piel y tu rostro se verán mucho mejor.