Policiales

Tres hermanos casi mueren intoxicados

Dos niños de tres y un año comenzaron a sentir dolores de cabeza y náuseas, lo que alertó a su madre de 45 años. En esa circunstancia, se trasladó hasta la habitación y advirtió que su primogénito, de 14 años, se encontraba inconsciente en la cama. Todos estaban sufriendo los efectos de la inhalación del monóxido de carbono que emanaba de un brasero que se encontraba en el dormitorio de una vivienda de la manzana I del barrio Villa del Carmen, de la Capital.

Eran las 22.30 de antenoche. La mujer solicitó auxilio y llamaron a la Policía y al servicio de emergencias médicas. Una ambulancia trasladó a los tres hermanos hasta el Cepsi, donde lograron estabilizar la salud de los chicos, quienes quedaron internados en observación por algunas horas, revelaron fuentes policiales.

La madre indicó a los uniformados que las bajas temperaturas reinantes la obligaron a colocar un brasero en la habitación de los menores, aunque desconocía que podía generar una tragedia. La combustión generó monóxido de carbono, llamado el “asesino silencioso” porque nadie advierte el peligro, hasta que provoca el desvanecimiento, la pérdida de conciencia y la muerte.

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