Opinión

Los deseos con vistas a 2019: jubilados ¿feliz año nuevo?

Llegamos así al último lunes del año y nos preocupamos por el balance del año que se va y, por sobre todas las cosas, intentamos descifrar y anticipar lo que nos traerá el año que viene. Y si bien, ya nadie discute que este año fue el peor año de la gestión Cambiemos, que ya fue la peor gestión de los últimos 200 años, vislumbramos que el año que entra puede todavía ser aún peor. Y si casi nadie (es decir, más del 70% de la población) guardaba ninguna esperanza para 2019, las últimas medidas sobre nuevos aumentos en los servicios esenciales, nos confirman esta sensación de desesperanza para encarar el último año de gestión de este Gobierno nacional ya de la mano de las recetas del FMI en un 100% al mando del rumbo de la economía, la política, la soberanía perdida y el destino de nuestra sociedad.

Ya nadie tampoco oculta los motivos de tan descarada, desalmada y sanguinaria batería de anuncios: alejar las malas noticias económicas lo más posible de la fecha de las elecciones presidenciales del año que viene. Los asesores creen que el daño cuanto antes se haga, mellará menos la imagen de Macri, que parece que todavía tiene chances de conseguir un segundo mandato. No importa si ellos creen o no en la gravedad de la situación: no les queda otra salida, estas son las consecuencias de haberse metido con el Fondo, que es el único salvavidas que le queda hoy al gobierno. El “cambio”, que venía a cuidar la institucionalidad y las medidas de fondo de largo plazo de una república que se digne de tal, cayó desde el primer día en la improvisación malvada de seguir mintiendo e inventando operaciones judiciales adictas y de prensa para conseguir que su plan de negocios se estire lo más que se pueda. ¿Pobreza? ¿Industria? ¿Desarrollo? ¿Educación? ¿Salud? ¿Jubilados? Parece que nunca estuvieron en su verdadera agenda. O, son muy inútiles, una de dos (o quizás ambas).

En repetidas ocasiones analizamos ya sobradamente la situación económica actual: “una economía cayendo, una demanda y un consumo en picada debido a la pérdida del salario real más el aumento en la desocupación, una débil demanda de dinero, tasas de interés prohibitivas para cualquier intento de actividad productiva o comercial, aumento de la fuga de capitales, dolarización de carteras en años electorales y un hueco en la balanza comercial imposible de cerrar, sólo para remarcar algunas importantes, aunque la lista de datos adversos parece no tener fin” (columna del lunes pasado). Este 2018 es el peor año en décadas para la mayoría de los indicadores económicos.

El hilo se corta por lo más débil

Dentro de la actual crisis social y económica que estamos viviendo, dediquemos esta última columna del año a uno de los dos sectores más perjudicados y en estado de emergencia: los jubilados. El otro sector, en el otro extremo de la pirámide poblacional, son los jóvenes: la mitad de los niños y jóvenes en el país más diverso y rico del mundo son pobres.

En esta semana nos desayunamos que el Gobierno sigue manoteando la plata de los jubilados. No tiene para pagarle un bono de fin de año, después de haberle metido la mano en el bolsillo con el nuevo método de actualización y de la pérdida de poder adquisitivo que vienen teniendo en relación a la antigua fórmula (una mínima hoy de unos $ 9.300 contra unos $ 16.000 que hubieran estado cobrando con la fórmula del gobierno anterior) pero sí tienen para timbear $ 86.000 millones de “su” dinero en concepto de intereses de la deuda.

De nuevo esta semana Milei/Espert (Mispert a partir de ahora) metía a todos los políticos en la misma bolsa. No Mispert, no confundas a la gente. El gobierno anterior se encontró con un sistema privatizado lleno de AFJPs que pagaba miseria a los jubilados. Amado Boudou fue quien le llevó la propuesta a Néstor Kirchner de volver al sistema de reparto, creando un Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS). El gobierno anterior lo manejó de tal manera que lo multiplicó varias veces, iniciando con $ 44.000 millones y dejándolo en cerca de $ 700.000 millones. Claro, así se explica tanta saña con Boudou. Puede ser porque dentro de las inversiones del FGS, el estado se quedó con acciones en grandes empresas (ese fue uno de los negocios de las AFJP) y, por lo tanto, con directores representando al estado en los directorios de esas empresas. No soportó nunca el poder económico concentrado que el Estado hubiera recuperado el control de esa “caja”. La querían para ellos solos. Y la recuperaron cuando Cambiemos ganó las elecciones en 2015. Desde el invento de una ley de blanqueo de dinero mal habido y fugado durante décadas con el cuento de que se pagaría la deuda histórica a los jubilados hasta el vaciamiento del que está siendo objeto hoy en día el FGS (de paso la familia presidencial blanqueó $ 640 millones de dinero sucio, mediante un decreto de Macri, ilegal, porque la ley impedía el blanqueo de familiares directos).

El gobierno anterior Mispert, aparte de ampliar la cobertura del 65 al 97%! (es decir, a casi todos los mayores adultos del país!!!), con más de 3 millones de personas incluidas a través de las moratorias (que sabemos es lo que más te duele, porque si fuera por vos hoy estarían muertos ya por ‘incompetentes o vagos o por lo que sea que inventes’, que sos bastante infantil para inventar ejemplos pedorros), implementó una ley de movilidad que le ganó ampliamente a la inflación. Entre el 2009 y el 2017 los aumentos fueron del 950%, contra una inflación de las consultoras privadas del 690%. Además de eso Mispert, y de haber incrementado la plata de los jubilados como lo mencionamos más arriba, se dio el lujo de financiar los planes Procrear (de esos Procrear que antes se podían pagar Mispert, no como los de ahora que no hay quién los pueda solventar 3 meses seguidos), centrales eléctricas, el tendido de rutas, computadoras para los estudiantes de todo el país, además de créditos al consumo para jubilados a tasas subsidiadas.

Jubilados que hayan votado a este Gobierno, principalmente, pero a los que no también: no crean más en globitos de color amarillo. No le crean a los periodistas, no le crean a Lorenzeti, no le crean a los economistas y políticos de Cambiemos y aledaños. Este Gobierno y sus operadores vinieron a hacer negocios para ellos. Y entre esos negocios, el compromiso con el FMI es liquidar la plata de ustedes. Volver a las AFJP, donde los Bancos podrán nuevamente enriquecerse aún más a costa de ustedes. Claro, terminaremos pagando los platos rotos todos los que aportamos hoy también. Hasta que venga otro gobierno y ponga las cosas en su justo lugar por segunda vez.

Cada uno y todos los gobiernos conservadores de derecha y neoliberales que tuvimos en la Argentina, se llevaron puesto el Sistema de Seguridad Social. ¿Por qué este iba a ser la excepción? Ojalá ese nuevo gobierno llegue pronto para tranquilidad y felicidad de nuestros abuelos. Ojalá puedan pasar este Año Nuevo en paz, ojalá puedan pagar las tarifas y los medicamentos y los alimentos. Ojalá sobrevivan hasta ese momento. Ese es mi sincero deseo.

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