El 4 de septiembre pasado una organización terrorista denominada EPP o Ejercito Popular Paraguayo, que opera en la selva norte de aquel país desde el año 2008 secuestro al ex-vicepresidente (2013 - 2018) Oscar Denis , exigiendo la liberación de sus históricos líderes.
Esto vuelve a generar preocupación en Paraguay y Brasil; pero ¿quiénes son los integrantes de este movimiento insurgente, que suma más de 50 víctimas en su campaña de asesinatos? ¿Cuáles son sus orígenes, sus fines y que peligros entrañan para la región?
Más allá de la movilización generada por las fuerzas de seguridad paraguayas y su Fuerza de Tareas Conjuntas (FTC), el movimiento insurgente viene siendo observado con preocupación por los servicios de inteligencia brasileros que los acusan de asesinar y secuestrar a varios empresarios de aquel país debido a que su área de influencia se encuentra limitando con Brasil. Y porque esta organización se nutre para su financiación del tráfico de armas y el narcotráfico, que venden en los mercados brasilero y argentino. Esto también les sirve para establecer contactos con elementos de las mafias locales con los que tienen vínculos estrechos y con los que podrían terminar estableciendo alianzas criminales.
Para aproximarnos a la historia de este movimiento debemos remontarnos al año 1989 cuando en plena por la apertura democrática del Paraguay, Juan Arrom comienza a activar en organizaciones sociales donde en clases de teología conoce al seminarista Alcides Brites, quien a consecuencia de sus ideas fuera expulsado de la iglesia junto a otros 7 compañeros, al identificarse como marxistas leninistas y adoptar dentro de la Teología de la Liberación, la línea sostenida por el religioso Leonardo Boff como bandera revolucionaria armada formando el movimiento político Patria Libre, sosteniendo el odio de clase. Y no bajo la línea humanista e inclusiva sostenida por otros movimientos sociales de la iglesia.
El conocimiento por parte de estos seminaristas de las parroquias e iglesias del interior de la selva del Chaco, de las poblaciones indígenas, como de las ciudades de Concepción, San José e Itapuá, pensaron que les serviría para ir ganando adeptos; pero la derrota electoral en las elecciones del año 1993 donde obtuvieron solo el 0,09% de los votos demostró que el camino democrático no los llevaría a ningún lado. Por lo que decidieron crear un movimiento armado que les brinde a través de acciones criminales y secuestros los fondos necesarios para crear una infraestructura que les permitiera tomar por asalto el poder.
Es en el año 1995 cuando debido a la inestabilidad política del Paraguay que se forma el Comando Militar del movimiento con el fin de recaudar fondos nuevamente para las elecciones, designándose al matrimonio de Alcides Oviedo y Carmen Villalba (una ex-catequista) para ser líderes del mismo. Es así que viajan a Chile para contactarse con el Frente Patriótico Manuel Rodríguez y aprender técnicas de guerrilla urbana y realizan un golpe fallido al banco del pueblo de Chore en Diciembre de 1997, terminando todos los miembros de la operación presos.
Es en la cárcel cuando deciden cambiar de estrategia y seguir los manuales más duros de los movimientos marxistas revolucionarios para dedicarse a la extorsión, el secuestro y el asesinato como medio de recaudación.
Ya en el 2001 cometen su primer secuestro de una mujer de la alta sociedad paraguaya cobrando 2 millones de dólares, y aunque por errores de planificación todos pudieron ser identificados, quedaron libres al demostrarse que fueron sometidos a torturas.
En el 2003, mientras que una parte del botín sirvió para poder armar la infraestructura militar, con otra parte se volvieron a presentar a las elecciones con el mismo fracaso y así decidieron cerrar definitivamente su etapa democrática.
Debido a enfrentamientos internos se designa como líder a Osmar Martínez quien continua hasta hoy y que transforma al movimiento radicalizándolo, tomando como modelo a las FARC colombianas a las que pagan 300 mil dólares en concepto de entrenamiento y asesoría. Realizando el secuestro de Cecilia Cubas a la que asesinan enterrándola viva por orden de las FARC.
En 2008 se crea definitivamente el EPP que se asienta en el norte del Paraguay. Hoy escuchamos nuevamente de este luego de un fallido operativo gubernamental donde el ejército paraguayo trato de desmantelar un campamento de la organización, que se saldó con la muerte de dos menores, hijas de uno de los líderes. Las menores poseían documentación argentina lo que ocasiono una protesta oficial de la cancillería de nuestro país. Y por la operación de secuestro del Vice-Presidente Denis junto a un indígena que fue liberado debido a las amenazas de las tribus locales que prometieron subir al monte y matar a todos los terroristas si no liberaban a su hombre.
No entraremos en todos los detalles del secuestro y sus repercusiones en las comunidades indígenas, lo que demuestra una falta total de apoyo a esta organización. Sí debemos ver con preocupación la libertad de movimientos en la frontera que ha permitido registrar en la ciudad de Clorinda, en Formosa, a estas dos ciudadanas paraguayas hijas de líderes del grupo terrorista con domicilios alternativos registrados en Villa Rica, Provincia de Misiones.
Esta situación debe encender las alertas de las autoridades de seguridad argentinas sobre la falta de controles y la permeabilidad histórica en la frontera, lo que podría permitir que miembros de estos u otros grupos criminales decidan utilizar nuestro territorio como refugio seguro. O más preocupante aun, para expandir sus actividades terroristas a nuestro país.