En horas de la siesta de hoy tuvo lugar un extraño episodio en la Capital santiagueña. Un efectivo policial que trabaja en la Comisaría Comunitaria 5ª, que estaba a cargo de la garita ubicada en el barrio Belén, protagonizó disturbios en un hotel alojamiento.
Es que el efectivo decidió cerrar la garita y se dirigió al lugar, ubicado en el barrio San Martín, a fin de corroborar si su mujer se encontraba con otro hombre en el inmueble.
El funcionario policial indicó a la recepcionista que le habían robado su teléfono celular y que podría estar en una de las habitaciones. Vanos fueron los esfuerzos de la joven encargada, ya que el sujeto recorrió cada una de las piezas, hasta que llegó a la número 4. En esas circunstancias, otro hombre salió corriendo del lugar, dirigiéndose rápidamente a la habitación contigua.
Tras tomar conocimiento de los hechos, efectivos de la Comisaría 8ª trasladaron al funcionario a la dependencia policial. Ya en el lugar, los “guardianes del orden” secuestraron el arma reglamentaria y el vehículo en el que se desplazaba.