Espectáculo

Se casó la hija de Paul Walker: el papel clave de Vin Diesel en la boda, en recuerdo de su padre fallecido

Meadow, la hija del fallecido Paul Walker, se casó con el actor Louis Thornton-Allan a los tres meses de haber anunciado su compromiso y fue Vin Diesel el encargado de llevar a la novia al altar, según informó Infobae.

 

La joven Walker, de 22 años, había anunciado la boda el viernes con un video en blanco y negro de su fiesta junto a la playa.

 

El padre de la joven novia, Paul Walker, falleció trágicamente el 30 de noviembre de 2013, a los 40 años. En la madrugada de aquel día, el Porsche rojo que manejaba el piloto Roger Rodas, amigo suyo, chocó contra un poste de luz y luego contra un árbol. Las llamas se apoderaron de la escena. Paul viajaba en el asiento del acompañante. Cuando los bomberos llegaron al lugar, no pudieron hacer nada.

 

Meadow, que tenía 15 años cuando su padre falleció, ha creado una organización sin fines de lucro llamada The Paul Walker Foundation, cuyo objetivo es la ciencia marina.

 

La joven fue vista en junio pasado en la alfombra roja del estreno de F9, la última entrega de la franquicia Fast & Furious en la que su padre fue una pieza clave.

 

Allí, Diesel admitió que se siente “muy protector” con la hija de su amigo. “Ella es la primera persona en el Día del Padre que me desea feliz día”, declaró al medio Extra.

 

“Verla con mis hijos es una de las cosas más bonitas. Hay momentos en los que la veo jugar con (su hija) Pauline y me golpea tan profundamente porque sólo puedo imaginar lo que mi hermano ve cuando ve eso”, agregó.

 

La partida de Walker causó una gran desazón entre sus colegas, familiares y admiradores. Quien vivió este tormento fue Meadow. Inmediatamente, junto a sus abogados, abrió una investigación para determinar las causas del accidente. En su momento se habló de desperfectos mecánicos. Un año más tarde la Justicia determinó que no sucedió lo que se estimaba: lo que ocurrió se debió a que el impacto fue a más de 150 kilómetros por hora, cuando la velocidad máxima permitida en ese lugar, precisada en los carteles de tránsito, era de 70.

 

Meadow siguió adelante intentando saber la verdad, y en el 2017 llegó a un acuerdo con la automotriz alemana Porsche. De acuerdo a la empresa, técnicamente era imposible que se destruyera la cabina del auto, como pasó. En pleno litigio, el arreglo económico ascendió a los 10 millones de dólares.

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