Un hospital en Pakistán recibió en la sala de urgencias a una mujer embarazada con un clavo incrustado en el cráneo. Asegura que se lo colocó un curandero para que dé a luz a un niño, ya que era su deseo al ser madre de cuatro niñas.
El hospital está ubicado en Peshawar, al noreste de Pakistán, la mujer había intentado quitarse el clavo ella misma, pero sentía mucho dolor. El Dr. Haider Khan pidió que le realicen una radiografía para poder observar con claridad la ubicación del clavo.
El estudio reveló que el clavo se encontraba clavado cinco centímetro para adentro del cráneo, por suerte para la mujer, sin llegar al cerebro. Una vez identificada la ubicación exacta, procedieron con la extracción.
La policía pakistaní se encuentra investigando quién es el curandero: “Pronto pondremos nuestras manos en el hechicero”, dijo el jefe de la policía de Peshawar. La mujer declaró que el clavo se lo colocó un curandero, que le aseguró que de esta manera daría a luz a un bebé varón.
Ella mujer de cuatro mujeres, deseaba tener un niño. Los curanderos que realizan las prácticas relacionadas con la mística sufí son muy comunes en Pakistán, por más de que varias escuelas de pensamiento islámico desaprueban este tipo de ritos.
Tener un hijo varón es de gran importancia y privilegio en Asia meridional. Para su cultura asegura la decendencia y futuro financieron de la familia, mucho más que tener una hija mujer. Además, Pakistán es un país donde las agresiones sexuales y la repesión hacia la mujer es de moneda corriente.
Parte del deseo de las mujeres de tener hijos varones es la seguridad de que su hijo no sufrirá o no tendrá la posibilidad de sufrir un contexto agresivo como el de las mujeres en el país. Las víctimas de violación son vistas con sospecha y los abusos sexuales son raramente investigados.