Son varias las historias que nacen de un corazón fervoroso, por lo que infunde la figura de la beata Mama Antula, es así el relato de Ricardo Corvalan, quien recorrió más de 40 km en bicicleta para llegar hasta el templo de Mama Antula.
“Comencé mi viaje a las 10.30 y llegué a la una menos cuarto, anduve todo el camino bien”, comentó Corvalán.
Además, acotó: “Vi otros peregrinos en bicicleta pero ellos vinieron por la Ruta 9”, el vecino capitalino comenzó su recorrido en la Av. Solís e Independencia y pronto cumplirá sus 62 años, siempre recorre en bicicleta impulsado por la devoción cristiana.
“Para mí, Mama Antula es una santa en la que nos podemos encomendar. Pero yo comencé hace poco a venir por estos lugares. En este caso vine directo, generalmente, hago otros recorridos”, dijo Ricardo.
Con una misión
Ricardo comentó a Nuevo Diario que en esta ocasión “vine pidiendo por mi madre que está atravesando por un momento complicado, para que se mejore y para toda la familia, espero que andemos bien”, expresó como una misión de fe.