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Fue atacada por tres perros que cuidaba: la mordieron más de 800 veces y así quedó su rostro

Una estudiante universitaria demandó a una pareja que la contrató para pasear a sus perros después de que los animales se abalanzaron sobre ella y le arrancaron las orejas y gran parte de la cara.

 

Jacqueline Durand, de 22 años, paseaba a los perros de sus vecinos, cuando los animales la atacaron y la dejaron “permanente y catastróficamente” desfigurada, según su familia.“Solo esperamos que algún día pueda volver a su normalidad”, dijo su padre, John Durand.

 

El 23 de diciembre del año pasado, una pareja de Coppell, Texas, contrató a Durand para cuidar a sus tres perros. Durand fue a la casa, abrió la puerta y los animales la atacaron “de inmediato”.

 

La arrastraron por toda la casa. Le arrancaron la ropa. Le hicieron de 800 a 1.000 mordidas alrededor de su cuerpo", dijo su padre. "Le arrancaron las orejas, la nariz, el labio superior y la cara de pómulo a pómulo. Jamás se verá igual”.

 

La policía por fin arribó a la casa y encontraron a Durand en agonía y cubierta de heridas, sobre todo en la cara. Los paramédicos en la escena lograron sacarla, pero, según los informes, ellos y la policía tuvieron problemas para detener a los perros.

 

Después de recuperarse Jacqueline decidió no victimizarse y mostrar al público sus lesiones físicas para que sirva de ejemplo de cómo los dueños irresponsables de animales pueden arruinar la vida de otra persona.

 

 

La demanda de la familia intenta obtener el pago de los gastos médicos y la pérdida de ingresos en el pasado y en el futuro por un total de US$1 millón, ya que Durand permanece hospitalizada más de un mes después del ataque.

 

La demanda también alega negligencia por parte de la familia propietaria de los perros, y alegaron que estaban al tanto del potencial de violencia de los perros y señalaron que en lo habitual los mantenían dentro de perreras en la casa, pero estaban sueltos el día que llegó Durand.

 

“Los perros eran tan violentos y sanguinarios que le quitaron toda la ropa a Jacqueline, incluidos sus jeans azules”, afirma la demanda.

 

Los abogados señalaron en un registro judicial que la familia tenía un letrero afuera de la puerta de su casa que decía “Perros locos. Por favor, no toquen a la puerta ni toquen el timbre. Mejor llamen o envíen mensajes de texto”.

 

 

En última instancia, los perros fueron capturados y retenidos por la Ciudad de Coppell. Un juez municipal dictaminó que los dos animales involucrados en el ataque deben ser sacrificados, pero los abogados de la familia están en apelación del fallo para tener tiempo de inspeccionar a los animales.

 

La familia de Durand dijo que además del daño físico que sufrió, es probable que la mujer también sufra un trauma como resultado del incidente, y alegaron que será demasiado difícil para ella, ya que ama a los animales.

 

“Por su corazón tan amable, una compasión cálida y amorosa por los perros y los animales, que continúa hasta el día de hoy”, dijo su padre.Su hermana, Barreca, dijo que Durand “entró a esa casa sin nada más que amor por esos perros”.

Estados Unidos

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