Policiales

El loco que mató a su sobrino a machetazos quería asesinar también a Alberto y Cristina

El padre de Eric Van De Velde dio a conocer que el joven había viajado a Buenos Aires el año pasado "para matar a Cristina y Alberto Fernández". En un diálogo exclusivo con El Doce, Alfredo reveló varios detalles respecto a la situación de su hijo, luego del brutal crimen ocurrido el fin de semana en barrio Kairos de Córdoba.

 

El hombre de 28 años mató a machetazos a su sobrino menor de edad e hirió de la misma manera a su mamá y hermana. Ambas se encuentras internadas en grave estado por las lesiones.

 

"Alguien lo instó a que fuera a Buenos Aires y él estuvo allá el año pasado. Lo único que vi en ese momento es que publicaba videos desde Buenos Aires", relató el padre del asesino. 

 

Y confirmó lo que ya se venía comentando: "Iba con intención de matar a Cristina y Alberto Fernández porque alguien le dijo que juntara gente para sacar al presidente y a la vicepresidenta". Siguiendo con el testimonio, el padre y la madre lo hicieron traer de nuevo a Córdoba gracias a la ayuda de la Policía.

 

Eric Van De Velde llegó hasta el frente de la Casa Rosada, pero no logró concretar su idea. El joven estuvo internado "en dos o tres hospitales" de Buenos Aires, pero "siempre se escapaba".

 

"Un día lo agarró la Policía allá y lo encerraron", detalló el padre. El asesino fue traído a Córdoba tras algunos meses, estuvo internado y, según Alfredo, "se mantuvo bien por un tiempo".

 

Por otro lado, el hombre aseguró que su hijo "se pasó casi ocho años jugando a juegos de matar en la computadora". No confirmó que haya participado de alguna secta, aunque sí hizo referencia al fanatismo del joven por Rusia.

 

Alfredo dijo que el joven "admiraba a Putín". "Se había hecho muy simpatizante de la federación rusa, incluso se sacó un pasaporte para viajar a Rusia. Miraba muchas cosas de eso en la televisión y lo admiraba", agregó.

 

El padre del asesino confesó que hasta él le tenía miedo, y cerró: "Un día lo fui a visitar y me dijo que yo era un espía. Nos veía a nosotros como un enemigo, por eso hizo lo que hizo, ya no tenía el control de su mente ni de su vida".

Alberto Fernández

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