En Haití, un año después del devastador terremoto que asoló el suroeste del país, más de 250.000 niños no tienen acceso a escuelas adecuadas, según los datos de Unicef.

La reconstrucción se ha retrasado por la inseguridad y la falta de fondos y puede tardar años en completarse. A pesar de un entorno difícil y una financiación limitada, Unicef ha reconstruido o rehabilitado 234 aulas. La agencia también ha proporcionado kits escolares a 74.000 estudiantes. Además, se instalaron casi 100 tiendas de campaña en las escuelas dañadas. 

Unicef también ha reparado 22 sistemas de agua potable que han llegado a 440.000 personas y ha proporcionado 23.000 kits de higiene a 121.000 personas, precisa la ONU.

A finales del año pasado, Unicef solicitó 97 millones de dólares. Hasta la fecha, Unicef sólo ha recibido el 30% de los fondos necesarios. El organismo pide 64,6 millones de dólares de financiación urgente para seguir ayudando a los más vulnerables.