Un horroso hallazgo tuvo lugar en un descampado el último jueves, y es que un grupo de chicos que se encontraba jugando por la zona encontraron en medio del lugar un cadáver sin extremidades. El cuerpo, que sólo contaba con el torso y la cabeza, dejó profundamente consternado a los nenes, quienes huyeron despavoridos y llamaron a las autoridades. Ocurrió en la localidad bonaerense de Pontevedra.

Este sábado, trascendieron los informes de las autopsias, que terminaron por confirmar aberrantes detalles sobre lo ocurrido. En primer lugar, se supo que la causa de muerte del hombre fueron las heridas de arma blanca que recibió en el cuello. Había sido degollado.

En paralelo, el fiscal Sergio Dileo, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 del Departamento Judicial de Morón, detalló que la víctima, que todavía no fue identificada, sufrió múltiples laceraciones y traumatismos en todo el cuerpo.

En tanto, el médico legista, que lo revisó en el lugar de los hechos, expuso que tenía hundimiento de cráneo por un posible golpe, además de extremidades amputadas. Los brazos a la altura de los codos y las piernas por debajo de las rodillas, y estaba amordazado.

En diálogo con la agencia de noticias Télam, uno de los integrantes del equipo de la investigación, señaló que “hasta que no se esclarezca la identidad de la persona, va a ser difícil esclarecer el hecho”. Y aclaró que al no tener manos, es complicado identificarlo porque faltan las huellas dactilares.

La hipótesis más fuerte en estas horas sería la de una venganza narco ante una posible deuda de dinero entre bandas.

“Lo que se sabe de esa zona es que es un barrio de pocas casas, son muy pocos vecinos y nadie quiere hablar de nada porque tienen miedo. En la zona, el año pasado hubo varios allanamientos ligados a una investigación por una guerra narco en la zona por la venta de drogas al menudeo”, resaltó el informante.

Personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Morón, junto al fiscal Dileo, siguen en la búsqueda de testimonios en la zona del impactante hallazgo del cadáver y de posibles cámaras de seguridad de la zona para captar le paso de autos o de sospechosos del crimen. A su vez, analizan cuchillos hallados a metros del descampado y la sangre del suelo para intentar detectar el ADN.