La Provincia

Historia del pueblo de Garza, tras cumplirse 123 años de su fundación

Este sector de la provincia se destaca por haber sido, desde épocas remotas, un lugar de explotación forestal, citando la historia oral de que un grupo de hacheros solía observar garzas blancas a orillas de un bañado existente en las inmediaciones, generando el topónimo de este lugar, ubicado en el histórico sitio compartido con Guaype y Villa Matará.

 

Previamente fue habitado por pueblos de indios como Tatingasta, terrenos que fueron reclamados alrededor de 1877 por los descendientes de Ignacio Toloza, quienes solicitaron el reparto de la estancia de Garza.

 

Nuevo asentamiento

 

El 29 de agosto de 1899, se marca como un hito fundacional en la historia de esta localidad, ya que en esa fecha se produce la expropiación de tierras, en las cuales posteriormente se enclavaría como ubicación definitiva este histórico poblado, proveniente en gran medida de un antiguo emplazamiento de tipo rural conocido como Garza Vieja.

 

El mismo fue paulatinamente abandonado por sus pobladores, los que fueron mutando su ubicación e instalándose a la vera de las flamantes vías del ferrocarril, que por ese entonces llegaba a la zona trayendo el avance con el tren y siendo percibido como el símbolo más representativo de progreso en esa época, conjugando a partir de ese momento una mixtura cultural que mezclaba la antigua y local lengua quichua, con el español, generando una particular mixtura, no solo lingüística, sino también cultural, la cual se mantiene hasta nuestros días, conservando este antiguo poblado costumbres tan pretéritas, y ya casi no practicadas en otras latitudes de la provincia, como el “alumbramiento” de los difuntos durante la noche del 1 de noviembre.

 

Desde sus primeros días, la explotación forestal y la elaboración de carbón vegetal fue una de las actividades más practicadas por los habitantes, característica que se mantiene hasta nuestros días, lo que genera una intensa actividad comercial basada en la explotación forestal, sumando a esto, en menor medida, la cría y venta de ganado menor.

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