En la mañana de este lunes, un violento episodio se vivió durante el transcurso del Mundialito de Potreros que se celebra en Pinto.

La batalla campal se desató durante el partido entre el combinado de Buenos Aires y el de Chaco. Mientras jugaban, el árbitro cobró un polémico penal a favor del equipo porteño, no obstante, allí no inició el conflicto. Los golpes comenzaron cuando el que pateó el penal logró convertirlo.

En ese momento, un jugador chaqueño que se encontraba detrás del árbitro aprovechó para propinarle una certera trompada en la cabeza, la cual terminó por desmayar al árbitro, que cayó al suelo. Lejos de parar ahí, el violento también le metió una patada cuando el réferi se encontraba indefenso.

Ante esto, la Policía intervino para frenar el conflicto, no obstante, fue como echarle gasolina a un incendio: todos los futbolistas chaqueños se agruparon y comenzaron a enfrentar a los uniformados, librándose una batalla campal entre ambas facciones.

En los incidentes intervinieron agentes de la Comisaría Comunitaria 17 y la Departamental 14, quienes lograron controlar la situación y trasladadar al árbitro hacia el hospital local, donde fue tratado.