El seleccionado de Francia, vigente campeón y en busca del tricampeonato mundial, deberá justificar hoy su favoritismo cuando juegue ante Marruecos, la revelación del certamen y que intentará ser el primer equipo africano finalista de una Copa del Mundo, en una de las semifinales.

El encuentro se desarrollará desde las 16 de Argentina en el Estadio Al Bayt, con el arbitraje del mexicano César Ramos, de 38 años, quien estará asistido por sus compatriotas Alberto Morín y Miguel Hernández, mientras que el venezolano Jesús Valenzuela será el cuarto árbitro.

En caso de empate al término de los 90 minutos, habrá 30 minutos de suplementario y de seguir la igualdad se dirimirá el finalista mediante remates desde el punto penal.

Francia llegó con el rótulo de favorita, pese a que a pocos días del inicio del Mundial se lesionaron N’Golo Kante, Presnel Kimpembe, Didier Pogba y, el Balón de Oro, Karim Benzema, y deberá justificar sus intenciones de retener el título, algo que no se da hace 60 años, cuando Brasil lo consiguió en Suecia 1958 y Chile 1962.

El equipo de Didier Deschamps, que viene de eliminar a Inglaterra, es sinónimo de jerarquía y calidad comenzando por su mayor estrella Kylian Mbbapé (actual goleador de la copa con cinco goles), el compañero de equipo de Lionel Messi y Neymar en el PSG, que cuando recibe el balón y encara con velocidad y habilidad es cosa seria.

Marruecos es el invitado a la fiesta que nadie esperaba. Los dirigidos por Walid Regragui han llegado a una instancia desconocida para un seleccionado africano, es la primera vez que un equipo de ese continente avanza a una semifinal, dejando en el camino a España y Portugal.

Marruecos llega invicto a esta instancia, con tres triunfos y dos empates, recibiendo solo un gol en contra (de Canadá) en 480 minutos, mostrando una muralla en defensa.