Juliana Díaz fue expulsada por segunda vez de "Gran Hermano" en diciembre luego de varias advertencias por parte de la producción del reality porque la participante contaba cosas de lo que sucedía afuera a los demás participantes.

Tras su salida había expresado: "Estoy un poquito angustiada, pero bien. Me hubiese parecido lo correcto que hubiera una previa sanción de la cual nunca me enteré. No me lo informaron, me hubiese parecido lo más justo una primera sanción y no la expulsión directa. Me pareció muy fuerte la forma en que me sacaron de la casa. Muy repentino. Y sin ni siquiera dejarme agarrar las cosas y demás. Me pareció poco cuidado, fue muy fuerte para mí que de un momento para el otro me saquen y de esa manera".

“Si ustedes supieran... Si bien yo tengo un contrato, eso no significa que yo no pueda hablar de mi experiencia. Lo único que voy a decir es que me tuve que hacer la sorprendida. No me dolió ni nada. La psicóloga me dijo que si tenía ganas de llorar, llore. Pero no”, dijo en una entrevista.

“Me da risa porque la gente se burla de la expulsión. ¡Mi amor! Si supieras... Hay cosas que acepté a cambio de otras importantes. Yo quería entrar a la casa para darle un beso y un abrazo a Maxi (su novio), que lo veía muy mal. Yo sabía que afuera iba a hacer plata y creo que el programa nos abre una puerta grande. A mí me convenía estar afuera. Ahora puedo ventilar lo que quiera. Obviamente hay cosas que me guardo por respeto”, agregó.