Con un estado en Whatsapp y luego de enviarle un mensaje de dicha aplicación a su exsuegra, intentó simular un pacto suicida. Pero él le había jurado a su expareja que la mataría. Antecedentes de violencia en el noviazgo y constantes amenazas de muerte.
Durante un año, Agustina Mariel Ibáñez de 16 años mantuvo una relación amorosa con Gustavo Santillán, de 22. Ambos vivían en la ciudad de Fernández —departamento Robles—. Pero la adolescente era víctima de constantes agresiones.
Le reveló a su madre —Verónica Orellana— que era agredida y amenazada por su pareja. Por lo que terminó la relación. El último hecho de violencia que vivió la menor en manos de Santillán y que sacó a la luz el calvario que vivía, se suscitó cuando intentó matarla ahorcándola con sus manos. Le rompió el celular. La golpeó. “Agus”, como le decían, no pudo ocultar las agresiones y terminó pidiendo ayuda. El agresor, de inmediato, fue detenido.
Estuvo detenido durante ocho meses. Pero pese a que estaba tras las rejas, nunca dejó en paz a Agustina. Desde su lugar de detención, la llamaba y le escribía amenazas. Agustina le tenía miedo, por lo que terminaba cediendo a lo que este le decía. Habría intentado asfixiarla en tres oportunidades; además de amenazarla de muerte con cuchillo y arma de fuego.
Tras salir en libertad, el sujeto comenzó a merodearla. Dos días antes del femicidio, Gustavo interceptó en la calle a la quinta de cinco hermanos. La tomó del brazo y la apoyó contra él. Con una mano la retenía y con la otra, le colocó una navaja en el cuello. Agustina le dijo que “le iba a avisar a su madre”. Por lo que el sujeto de inmediato, la soltó y le advirtió que “era solo una broma”. La testigo de este incidente es su hermana menor.
Agustina le reveló a su hermana que “se veían a escondidas” y que “mantenían una supuesta relación”. Su hermana intentó ayudarla; pero la jovencita le dijo que el agresor la amenazaba constantemente.
El domingo, la menor se encontraba en una cancha del pueblo cuando Agustina llegó a buscarla. Eran aproximadamente las ocho de la noche. La víctima fatal le pidió a su hermana que “le prestara 500 pesos”. Por lo que esta le dio el dinero y luego, Agustina, se retiró. Iba a encontrarse con Gustavo.
Verónica apenas tomó conocimiento que Agustina y Gustavo estaban juntos, se trasladó hasta la casa de la familia Santillán. Le preguntó a su exconsuegra “dónde estaba la menor y su hijo”. Por lo que esta le dijo que “no sabía”. Eran las 22.30. En ese momento, las madres comenzaron a buscarlos. La mujer —identificada como María Alicia Santillán— llamó a su hijo en varias oportunidades. Pero este no contestaba.
Presintiendo que algo malo sucedía, Orellana se dirigió hasta una propiedad que la familia está construyendo en el paraje Pozo Suni —departamento Robles—. Estaba junto a otra hija, ingresaron y encontraron sobre un colchón ensangrentada a Agustina. La menor tenía un tiro en la cabeza y estaba muerta. Al otro extremo del colchón, yacía agonizando ensangrentado y con un disparo en la sien, Gustavo. Entre ellos estaba un revólver calibre 32 milímetros.
El femicida fue trasladado de urgencia al CIS Banda, donde permanece internado en grave estado de salud. El cuerpo de la adolescente fue trasladado a la morgue judicial, donde se le realizará la autopsia correspondiente por disposición de la Fiscalía de Género de Banda y Robles, a cargo de la Dra. Pilar Gallo. Mientras que División Homicidios y Delitos Complejos Banda conjuntamente con personal de la Comisaría Comunitaria 35 de Fernández y División Policía Científica, se encuentran abocados a las pesquisas pertinentes.
En terapia del CIS Banda y con pronóstico reservado: el parte médico de Santillán
El presunto femicida de Agustina Mariel Ibáñez, Gustavo Santillán se encuentra internado en el CIS Banda en la Unidad de Terapia Intensiva. El mismo presenta un disparo en la sien del lateral derecho.
Según se conoció, el homicida tendría una herida de arma de fuego con orificio de entrada y salida; por lo que su estado de salud es crítico. Los médicos esperan su evolución en las próximas horas.
“Me voy lejos mami. Voy a ser feliz con él —por Gustavo Santillán—”, decía un mensaje
Mientras la familia busca una respuesta a la tragedia que hoy los enluta, se conoció que antes que Agustina fuera hallada muerta y su expareja, Gustavo agonizando; un movimiento en el celular de la jovencita puso en alerta a la familia.
“Me voy lejos mami. Voy a ser feliz con él”, leyó en su celular Verónica Orellana. El mensaje habría sido enviado presuntamente por la adolescente. Para luego, ver un estado de Whatsapp en su celular, que llamó aún más su atención: “Era todo mi vida pero el destino nos llevó a hacer feliz lejos que ya no pudimos llegar hasta donde queríamos te amo Pasty (SIC)”.
Para la familia de Agustina, el mensaje y el posteo en el estado, fueron realizados por el femicida, luego que la adolescente fuera asesinada de un disparo.
“Mi hermana era una excelente persona, no se merecía esto”
Conmocionada por la trágica muerte de Agustina Ibáñez, su hermana quien la encontró muerta junto a su madre, indicó que “la adolescente era una excelente hermana y que no pensaban que podría ser asesinada”.
“Mi hermana era muy buena. Me retaba, pero lo hacía porque me quería y no quería que haga las cosas mal. Siempre me daba consejos y me ayudaba. Ella me fue a buscar y me pidió plata. Yo sabía que ella se veía con él —por Santillán— porque me dijo que la tenía amenazada”, reveló a Nuevo Diario su familiar.
Mientras que la tía de Agustina, remarcó: “Esperamos que se haga justicia. Agustina era una persona hermosa. No tenía maldad. No se merecía que le hagan esto”.