Mauricio Macri y Patricia Bullrich rechazan la llegada del peronismo federal a Juntos por el Cambio y el presidente del PRO, Federico Angelini, vetará la incorporación del gobernador de Córdoba.
En Juntos por el Cambio, cada partido que integra la alianza tiene poder de veto. Con que una de las fuerzas le baje el pulgar a un partido es suficiente para trabar su incorporación. Más allá de la voluntad de Horacio Rodríguez Larreta, Maximiliano Ferraro y Gerardo Morales, son Bullrich, Macri y Angelini quienes controlan el PRO. Y es el diputado santafesino quien hoy tiene la lapicera para aprobar o rechazar la ampliación de la alianza opositora.
En el bullrichismo se mostraron sorprendidos por la decisión de incorporar a Schiaretti y al peronismo federal a Juntos. De hecho la exministra de Seguridad dijo que se enteró de las negociaciones “por los diarios”. “No entendemos los motivos ni la urgencia para incorporar a Schiaretti. Pareciera que los que quieren cambiar la estrategia son los que van perdiendo”, dijeron cerca de Bullrich.
También se preguntaron cómo harían con la estrategia para la provincia de Córdoba, en donde Schiaretti es rival de Juntos, mientras que en Nación sería un aliado. “Es todo muy confuso el planteo”, rechazaron desde el ala dura de Juntos.
Tampoco había unanimidad en la UCR para la llegada de Schiaretti, resistido por los radicales de Córdoba y de Mendoza. Sin embargo, Morales, el titular del partido y aliado de Larreta, ya había adelantado que avalaría la llegada del gobernador de Córdoba al igual que el líder de la CC, Maxi Ferraro. Un camino similar seguiría José Luis Espert, quien en un principio iba a incorporarse como precandidato en la Provincia, pero luego se inclinó por una candidatura presidencial.