El volante campeón del mundo Leandro Paredes afirmó ayer que es “un sueño” estar en la despedida de Juan Román Riquelme, en la “Bombonera”, de la que también participó el crack rosarino Lionel Messi.
“Para mí es un sueño estar en esta despedida. Soñaba con jugar al lado de él, tuve la suerte de poder hacerlo. Tengo la suerte de ser amigo y lo voy a disfrutar muchísimo”, expresó Paredes.
“Es un grande en todos los sentidos. Me trató como un hermano menor cuando me tocó subir, la verdad es que tengo solo palabras de agradecimiento”, aseguró el ex-Boca Juniors.
Por su parte, José Pekerman, quien dirigió a Riquelme en el seleccionado juvenil argentino, se alegró por estar en la “Bombonera”.
“Yo le dije que no se emocione mucho. Le dije que de cualquier manera hubiese venido, si tenía que ir a la tribuna iba. Porque desde chico él, y yo más joven, desde que empezamos a trabajar juntos, vislumbré que iba a ser algo diferente”, indicó el ex-DT del seleccionado argentino.
Pablo Aimar
Pablo Aimar, actual integrante del seleccionado campeón del mundo en Qatar 2022, dejó de manifiesto su cariño hacia Riquelme: “Es un amigo de la adolescencia, esa época que todos recordamos mejor, que es tan importante para la vida”.
Fernando Gago, excompañero en Boca, también dijo lo suyo para la TV Pública: “Lo noté bien, ahora vamos a disfrutar donde más nos gusta a todos: en la cancha. Es una persona con la que compartí muchos momentos, el ídolo máximo de este club”.
Milito
Por último, el exdefensor de Independiente, Gabriel Milito, señaló lo siguiente: “Es una fiesta muy linda, para él, para el hincha de Boca y para nosotros que nos invitó y somos parte de esta despedida tan merecida. Es muy lindo participar de la despedida de dos jugadores tan importantes, que hayan pensado en mí es un lujo, un verdadero privilegio y compartir con los amigos que nos dio el fútbol”, cerró la nota el actual entrenador de Argentinos Juniors.
Ovación para el "Virrey"
Carlos Bianchi, el técnico más ganador en la historia de Boca, era uno de los más esperados por el hincha en la despedida de Riquelme, y cuando se anunció por la voz del estadio su presencia y asomó su cabeza calva, la multitud hizo retumbar el cemento del templo “xeneize”. El exentrenador de 74 años, que tiene su merecida estatua en el hall de la fama “xeneize”, movió sus manos en agradecimiento.