Un profesor y dos sujetos jóvenes —que fueron sus alumnos— fueron condenados ayer por un tribunal, que los halló culpables de violar a una joven con retraso madurativo, todos los cuales son oriundos de Los Pirpintos (Copo), en noviembre de 2020, en plena pandemia por el coronavirus.
El tribunal integrado por los Dres. Fernando Viaña, Rosa Falco y Daniela Campos Nittinger aplicó una pena de 11 años de prisión al docente José Antonio Legunda, y de 9 años a Cristian Alejandro Gómez y Walter Alejandro González, a los que hallaron autores materiales y penalmente responsables del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el concurso de dos o más personas, en perjuicio de una joven discapacitada.
El requerimiento fiscal
En el transcurso de los alegatos de clausura, los Dres. Gabriel Gómez y Santiago Bridoux —integrantes de la Unidad Fiscal para la Circunscripción Copo— habían solicitado que condenen al “profe” Legunda a la pena de 16 años de prisión, en tanto que para Gómez y González requirieron una condena de 11 años, al considerar que durante el debate y en base a las pruebas producidas había quedado plenamente acreditado el hecho y también la autoría material que recayó en los inculpados.
Requiere absoluciones
El Dr. César Gustavo Jorge —a cargo de la defensa de los tres inculpados— había solicitado al tribunal que absuelva lisa y llanamente a sus asistidos, al sostener que no había pruebas suficientes como para endilgarles el hecho denunciado por familiares de la joven.
En forma subsidiaria el letrado requirió que absuelvan a sus pupilos por el beneficio de la duda.
Ayer, al momento de dárseles la oportunidad de expresar sus últimas palabras antes del veredicto, los tres individuos dijeron que no tenían nada para manifestar.
El relato de la víctima sobre el hecho que sufrió
Según relató la víctima, el hecho ocurrió un día que ella se dirigía a la casa de una amiga para visitarla, siendo interceptada por los tres sujetos ayer condenados, quienes la hicieron subir a la camioneta del docente, en la cual la trasladaron hasta una escuela, en cuyo interior la sometieron a sus bajos instintos. Incluso la damnificada aseguró que uno de los sujetos filmaba cuando la accedían.
Luego la llevaron hasta cerca de su casa y la abandonaron. Ella le avisó a la familia y denunciaron.