A las 7.30 comenzó a sonar el alerta del Whatsapp de una trabajadora sexual del barrio Huaico Hondo de la ciudad Capital. Se trataba de un cliente que solicitaba sus servicios íntimos y con quien comenzó una conversación a través de mensajes de texto, hasta que llegaron a un acuerdo económico. La trans le dijo si podía llegarse a su domicilio y el cliente no tuvo problemas.

A las 8.45 arribó el cliente caminando a la casa de la trabajadora sexual e ingresaron a la habitación de la dueña de casa para intimar. De acuerdo con las manifestaciones de la trans, el cliente se retiró a las 11.45, luego de pagar por los servicios sexuales brindados.

Sin embargo, a los pocos minutos, la dueña de casa se dirigió a la cocina y advirtió la ausencia de su celular. 

En este sentido, expuso ante los investigadores que el aparato de telefonía móvil se encontraba cargando en ese lugar cuando se inició el servicio sexual, por lo que las sospechas apuntaron a su cliente, quien podría haber aprovechado una distracción de la trans. 

La denuncia fue realizada en la Comisaría Comunitaria Nº 9 y se dio intervención al Ministerio Público Fiscal. 

Las autoridades judiciales ordenaron que se diera intervención al personal de la Sección Robos y Hurtos y al Departamento de Ciberseguridad para ubicar el celular.

Las averiguaciones develaron que el cliente se domiciliaría en la zona norte capitalina.