Ayer a la mañana tuvo lugar la penúltima audiencia del juicio que se sustancia por el femicidio de María Paola Anríquez, ocasión en que se produjeron los alegatos de clausura, en cuyo transcurso el Dr. Álvaro Cantos —representante del Ministerio Público Fiscal— requirió condenar a la pena de prisión perpetua a Carlos Federico Guardo (a) “Fede”, por considerarlo autor del delito de homicidio agravado, por el vínculo, por ensañamiento y por mediar violencia de género (femicidio), además de considerar que tuvo el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que mantuvo una relación sentimental.

En su contundente y prolijo alegato, el fiscal se apoyó en las pruebas testimoniales, pero sobre todo en las pericias —especialmente en la autopsia e informes médicos— para dar por acreditado el hecho y su autoría en cabeza de “Fede” Guardo, a la vez de aportar las evidencias y elementos necesarios para dar por probados los agravantes, ocupándose de demostrar que el inculpado y la víctima sí eran pareja.

Además, el Dr. Cantos se encargó de apuntalar —en base a dichos de testigos— el sufrimiento innecesario que padeció María Paola, quien al llegar al hospital pedía que la duerman porque no soportaba el dolor a causa de las quemaduras que tenía en casi el 70 por ciento del cuerpo, pero sobre todo la que había sufrido en el útero por la introducción de un objeto candente, según concluyeron los forenses.

También dio por acreditado que la joven era víctima de violencia de género por la actitud machista de “Fede” Guardo.

 Defensa pide absolución

El Dr. Osvaldo Díaz, defensor de Guardo, refutó los argumentos del fiscal y sostuvo que el hecho fue un lamentable accidente, por lo que solicitó absolver a su cliente.

El letrado desvirtuó que Guardo y la joven hayan sido pareja, entre otros argumentos esgrimidos.

El tribunal difirió el veredicto para una fecha a fijarse oportunamente.