Desde el deceso de su hija María Paola, su madre Mercedes Anríquez transitó el proceso con profundo dolor, pero dispuesta a luchar por justicia para la joven, y en la audiencia de ayer rompió en llanto al escuchar el veredicto de pena máxima para el asesino.

La valerosa mujer estuvo acompañada por integrantes de asociaciones que luchan por los derechos de la mujer y víctimas de violencia de género, que la contuvieron.

 Diálogo con Nuevo Diario

Aún conmovida y sin poder contener las lágrimas, Mercedes dialogó con Nuevo Diario para manifestar que “esta es la condena que esperaba, espero que esto termine ya y mi hija pueda descansar en paz. Este sujeto no merecía otra condena que la que le aplicaron”.

“Sin embargo, nada ni nadie me devolverá la vida de mi hija, aunque esta condena sirve para aliviar tantos años de sufrimiento, de luchar esperando por este fallo, y finalmente se hizo justicia”, afirmó Mercedes, quien tuvo palabras de agradecimiento para el fiscal Álvaro Cantos.

También agradeció a las asociaciones que la acompañaron, en las personas de Fernanda Figueroa y Carolina Vargas, “quienes estuvieron a mi lado en este trance, dándome fuerzas, apoyándome y cobijándome. Fueron un pilar fundamental en esta lucha”, acotó.