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“Volvimos sin voz desde Qatar”, lo expresó Abel Torres

El CPN Abel Torres y su papá fueron dos de los muchos santiagueños que vivieron la experiencia del Mundial de Qatar. Abel, reconocido piloto de motocross, multicampeón del NOA en esta disciplina, nos contó su historia. 

Un padre, un hijo, la camiseta de la Selección argentina y Lionel Messi, nada más y nada menos.

“Nosotros fuimos con mi papá, los dos solos. Compramos un paquete de cuatro partidos. La experiencia fue formidable. Nunca antes lo habíamos visto jugar a Messi en vivo y en directo, tampoco a la Selección. Verlo ahí fue increíble. La sensación y lo que él genera, te hace poner la piel de gallina de solo verlo de cerca. Nosotros, en la mayoría de los partidos, estuvimos ubicados cerca de uno de los córners, así que ahí lo vimos bien de cerca. Es tremendo”, manifestó Abel, en el principio de su relato para Nuevo Diario.

—¿Qué fue lo que más te sorprendió de Qatar, más allá de los lujos y demás cuestiones?

—Lo que más me sorprendió fue la cantidad de fanáticos argentinos, pero que no eran precisamente argentinos, y que —obviamente— hinchaban por Messi. Eran miles, se los podía ver en la calle, en el centro y ni que hablar en los estadios. Querían que Argentina gane el Mundial por él. Muchos eran de países cercanos a Qatar. Todos se ponían la camiseta argentina por Lionel Messi. Mi papá, que vio muchos años más que yo el fútbol, me dijo que nunca vio una cosa así, que todos hinchen por una sola persona. Eso me sorprendió muchísimo.

—Después de ver cuatro partidos y con la Selección encaminada hacia el título, ¿no les dieron ganas de quedarte hasta el final?

—Sí, por supuesto. Lo que vivimos con mi viejo, lo que cantamos y lloramos juntos en la cancha es algo irrepetible. Es una experiencia que la tienen que vivir, todos aquellos que tienen a su papá y son futboleros. Nosotros vimos los partidos de fase de grupo, los tres, luego vimos octavos de final con Australia y luego nos volvimos al país porque el paquete que habíamos comprado incluía esos partidos. Nos queríamos quedar, pero no había entradas y las que había en reventa eran carísimas. 

—¿Cambia mucho ver a la Selección Argentina en vivo que verla por televisión?

—Obviamente. Una cosa es ver a la Selección por la televisión y otra desde el estadio. Es algo impresionante. Creo que después de Argentina, el país que más público llevó fue México. Ese día la cancha era 60% de argentinos y 40% de mexicanos. En los demás partidos, creo que era 80/20 o 70/30 en favor nuestro. Creo que fuimos locales durante todo el Mundial. El público argentino es una cosa de locos. Volvimos sin voz de Qatar.

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