Opinión

Para el Gobierno nacional se aproximan días de negociaciones complejas con los legisladores

Bajó la desocupación en el tercer trimestre del año según el Indec: 8,5% contra 9,3%, es decir, unas 200 mil personas más con trabajo.

 

 

Una buena noticia conocida el viernes, para un Gobierno que vivió una semana negra, a saber: los gobernadores peronistas le voltearon la reforma electoral para el voto electrónico en el Senado; las organizaciones sociales que de algún modo representan al tercio de la Argentina sumergida en la pobreza y la informalidad laboral presionaron hasta conseguir un acuerdo por la emergencia social; y Sergio Massa para no quedarse atrás en la agenda, picó en punta el lunes pasado con su proyecto de Ganancias, lo que obligó al gobierno a dejar de hacerse el distraído y mandar después de meses de dilaciones el suyo propio, muy cuestionado y con más escasos beneficios del impuesto para los asalariados.

 

Con pinzas

Hay que ir por partes. Desocupación, se afirma que hay que tomarlo con alguna pinza, lo dice el propio Indec. El nivel de empleo es muy estacional, y al no existir mediciones fiables de hace un año, no es posible comparar este 8,5% interanual con lo que pasó en 2015.

Hay que agregar, y por eso sorprendió la baja, que la percepción y datos que manejan los gremios es de pérdida continua de empleo, por eso los sindicalistas acordaron con empresarios y gobierno (de palabra, claro) una tregua de despidos durante el verano.

Cayó además la actividad económica, 3,7% en septiembre comparado con 2015, y 0,8% frente al mes anterior de agosto. El país sigue en recesión.

Los “brotes verdes” insinuados en agosto (repunte del 0,3%) que habían hecho ilusionar se esfumaron.

 

Obra pública

La obra pública no termina de arrancar. Multiplicadora de empleo, tampoco sería la solución a todos los males. “Es solamente un tercio de la actividad, hay que mover la obra privada también”, señala el diputado massista Marco Lavagna.

Vienen días de negociaciones complejas en el Congreso. No tanto por la emergencia social, ya acordada en un acta firmada por organizaciones sociales y Gobierno, para destinar $ 30 mil millones al sector informal que más sufre la crisis. El punto es Ganancias, con iniciativas muy contrastantes del massismo junto con el resto de la oposición, y la del Gobierno. Massa sostiene: se puede quitar el impuesto al salario, gravando a las mineras, parte de la renta y el juego de azar.

 

Discusión

En esos “nuevos impuestos” estará la mayor discusión, que será técnica, política e ideológica también. “Hay que decirle la verdad a la gente. Si no se bajan los gastos, habrá que tener mayor endeudamiento”, advierte el diputado macrista Luciano Laspina, referente económico del oficialismo. El compromiso es aprobar emergencia y ganancias en Diputados el martes 6 de diciembre.

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