Opinión

El miércoles sí o sí tendría que definirse el tema Ganancias

La reforma por Ganancias apunta a ser la última gran batalla política del año. Como en las telenovelas por entregas, las cosas se estiran y el Gobierno, tras la media sanción en Diputados al proyecto unificado de la oposición, consiguió respaldo de los gobernadores y ganó tiempo abriendo una mesa de diálogo, a la que no le quedan muchas horas.

 

Este miércoles deberá haber en el Senado, tratamiento sí o sí, advirtió el jefe del bloque del FpV, Miguel Pichetto, que como muchos ve una maniobra oficialista para estirar los plazos. La CGT se despabiló y se puso activa en un asunto que supo ser bandera de la central obrera por mucho tiempo. Tuvo el viernes su reunión con el Gobierno, pero no se avanzó demasiado.

Los gremios más afectados por Ganancias, que son los del transporte nucleados en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte, avisaron que harán medidas de fuerza parciales este lunes, para presionar.

 

La cuestión es cuál es el costo fiscal de la reforma, en un impuesto que es la segunda recaudación nacional después del IVA, y que se coparticipa con las provincias. Fue promesa de campaña de Mauricio Macri que los trabajadores dejarían de pagar Ganancias en su Gobierno. Pero esas promesas se las llevó el viento. Y el discurso oficial se parece mucho al del kirchnerismo: que los afectados por Ganancias son una porción pequeña de los asalariados, de mayores ingresos.

 

En los últimos 15 años creció enormemente la masa de quienes tributan Ganancias. La recaudación de la llamada “cuarta categoría” (trabajadores en relación de dependencia, jubilados) implicaron en el año récord de 2015, el 1,4% del PBI.

 

En las filas de Sergio Massa sostienen que hay una cuestión “filosófica” que divide aguas, y es que ellos están por sacar gente del tributo (subir el mínimo no imponible de manera considerable), mientras que el Gobierno prefiere que más sean los que paguen, aunque menos, por la modificación de las escalas. El proyecto oficial sepultado en Diputados implicaba que a los 2 millones de asalariados actuales, se sumaran otro medio millón en 2017 pagando Ganancias.

 

Gravar renta financiera, mineras, ganancias del dólar futuro, “suena muy bien” dicen en el Gobierno, pero advierten que muchos son impuestos de cobranza dudosa (dólar futuro sólo dura un año). Hay guerra de números sobre el costo fiscal. “Cualquiera tira cualquier cosa”, admitió un encumbrado referente del PRO.

 

Las dudas deberán empezar a despejarse. Si el Senado hace cambios al proyecto, el 28 de diciembre habría sesión en Diputados, la última del año, para darle sanción definitiva.

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