El grupo armado separatista el Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA, en sus siglas en inglés) ha reivindicado el atentado en una estación de tren en la ciudad de Quetta, en el suroeste de Pakistán que este sábado ha causado al menos 26 muertos y más de 60 heridos. El primer ministro Shehbaz Sharif ha condenado el ataque realizado por un atacante suicida y ha prometido que sus responsables "pagarán un alto precio". Según dijo, las fuerzas de seguridad están decididas a eliminar "la amenaza del terrorismo".
Poco antes de las 9 de la mañana, más de 100 personas se encontraban en la estación de tren en esta ciudad, en Baluchistán, cuando una bomba estalló en un andén. En ese momento, no casual, efectivos de Infantería de las fuerzas armadas de Pakistán regresaban de un curso de formación. El portavoz de operaciones policiales, Mohamed Baloch, informó de que 14 de los muertos son soldados. "Al principio nos parecía que se trataba de un artefacto explosivo oculto en una maleta abandonada, pero ahora pensamos que se trata de un atentado suicida", añadió horas antes de la confirmación de que fue un suicida el que llevaba la maleta con el explosivo que detonó cerca de un mostrador de venta de billetes y cuando dos trenes se disponían a partir. Se cree que llevaba al menos seis kilogramos de explosivos.
🇵🇰 | URGENTE: Un atentado suicida en una estación de tren deja al menos 26 muertos y 50 heridos en la ciudad paquistaní de Quetta. pic.twitter.com/qKt9iF03jB
— Alerta Mundial (@AlertaMundoNews) November 9, 2024
"El objetivo era personal del ejército de la Escuela de Infantería", confirmó el inspector general de policía de Baluchistán, Mouzzam Jah Ansari, tras la explosión en una zona que a esa hora suele estar muy concurrida. La milicia separatista comunicó que el objetivo de su ataque era "una unidad del ejército paquistaní que regresaba a Punjab pasando por la estación, tras entrenarse en la escuela de infantería".
Entre las víctimas, se cuentan también seis trabajadores de la estación de tren. La cámara de la estación captó el momento de la explosión que causó las decenas de muertos y heridos y severos destrozos en el andén especialmente la estructura de acero del techo.
El ministro principal de la provincia, Sarfraz Bugti, ha ordenado una investigación del atentado terrorista en esta zona fronteriza con Afganistán (al norte y bajo control talibán) y la República Islámica de Irán (al oeste).
BLA es uno de los principales grupos que piden la independencia de esta provincia de alrededor de 15 millones de habitantes (de un país de 241 millones) y muy pobre pese a sus importantes recursos minerales y de gas. Varios países occidentales, incluido los Estados Unidos, designaron a este grupo como organización terrorista global. Hace un mes asumió la autoría del ataque contra un convoy de inversionistas e ingenieros chinos causando la muerte de dos de ellos. El coche bomba fue activado cerca del aeropuerto de Karachi. En marzo, hubo otros dos ataques contra intereses chinos en un nuevo intento de BLA de golpear la alianza entre China y Pakistán. Los separatistas piden a Pekín frenar todos los proyectos en la zona y retirar a sus trabajadores. Según denuncia BLA, China colabora con Pakistán en la explotación de los recursos de la zona.
Hace poco más de una semana, indica la agencia AP, nueve personas, entre ellos cinco niños, murieron debido a la explosión de la bomba adherida a una motocicleta cerca del vehículo que llevaba policías para proteger a los encargados de la vacunación contra la polio en Baluchistán.
Aunque fue agosto el mes más sangriento con la muerte de más de 70 personas tras ataques contra comisarías de policía, líneas ferroviarias y carreteras. BLA acusa a Pakistán de reprimir y atacar al pueblo de Baluchistán y de explotar sus recursos naturales en una zona en la que también hay grupos islamistas.
"Cuando arrestan a su gente, también atacan en represalia. Todos tenemos que luchar en esta guerra. Somos resistentes. Nuestros equipos están aquí y están tratando de salvar tantas vidas como podamos", señaló Baloch, en nombre de la policía paquistaní, asumiendo, como otros portavoces, la dificultad de evitar un ataque suicida como el que este sábado sacudió la estación de tren en Quetta.