Alrededor de las cuatro de la madrugada de ayer, una mujer desesperada se comunicó con personal policial y alertó sobre un presunto caso de violencia de género en una vivienda del barrio René Favaloro, de la zona oeste de la ciudad Capital.

El llamado provocó que personal de la División Prevención de la Departamental 17 se trasladara en forma urgente a la propiedad y puso a resguardo a una joven de 29 años, pareja de un policía.

La mujer expuso ante los uniformados que su concubino, un agente de 29 años, llegó a su domicilio en estado de ebriedad minutos después de la 0 y siguió consumiendo bebidas alcohólicas. La joven se encontraba trabajando de niñera en las inmediaciones de su domicilio y al regresar a su casa, comenzó a recibir reclamos del policía por un dinero que presuntamente faltaba. La mujer negó haber tomado la plata y se inició una discusión. La mujer sostuvo que delante de los dos hijos menores que tienen en común, el sujeto comenzó a agredirla verbalmente con graves insultos. El joven fue subiendo el tono hasta llegar a los gritos, mientras mantenía una postura violenta. La mujer temió que fuera agredida físicamente y decidió solicitar ayuda.

De acuerdo con las averiguaciones policiales, el agente se encuentra a disposición de Recursos Humanos y con carpeta médica, por lo que no está prestando servicio.

La mujer indicó que estaba “cansada” de este tipo de episodios, aunque no quiso realizar la denuncia por sus hijos.

El hecho fue informado a las autoridades de la Unidad Fiscal de Violencia de Género e Intrafamiliar, quienes ordenaron que el acusado fuera alojado en la dependencia policial hasta que recuperar la lucidez.

No obstante, las autoridades policiales activaron el protocolo de violencia de género y el agente será sometido a tratamiento.