La Provincia

"Aquello que Francisco sembró y quedó profundamente en el corazón del pueblo"

Tras la emotiva misa de despedida al Papa Francisco, los cardenales argentinos Vicente Bokalic, arzobispo primado de Argentina, y Ángel Rossi, arzobispo de Córdoba, dialogaron con la prensa para compartir sus impresiones sobre la histórica jornada y el legado que deja el pontífice.

"Acaba de terminar la misa, lo que significa despedir al Papa Francisco, pero a la vez se nota un dejo de alegría. La gente acompañó hermosamente la celebración, especialmente en el momento de la predicación, donde se sintió profundamente interpretada", expresó monseñor Bokalic, conmovido. Para el cardenal, los aplausos espontáneos que brotaron entre los miles de fieles reflejaron "aquello que Francisco sembró y quedó profundamente en el corazón del pueblo".

Por su parte, el cardenal Ángel Rossi destacó la capacidad de Francisco para aglutinar al mundo entero a través de la bondad: "Mientras estaba en misa, recordaba su presencia anónima en un pequeño cuarto de la iglesia de la Compañía. De golpe ver esto —la enorme manifestación de fe y cariño— muestra la fuerza de quien se animó a vivir el Evangelio desde la humildad".

Ambos cardenales coincidieron en señalar que el mayor aplauso de la jornada se produjo cuando se recordó el incansable llamado de Francisco a la paz mundial, uno de los temas más presentes en su magisterio y en sus últimos mensajes.

Consultados sobre el futuro de la Iglesia y el próximo Cónclave, que se iniciará en mayo, Bokalic explicó: "Somos nuevos en este mundo, apenas conocemos algunas caras por fotos. La primera tarea será conocernos. Pero sí sabemos hacia dónde queremos caminar: llevar el Evangelio a las periferias, acercarnos a la gente, como lo hizo Francisco. Ese será el criterio para discernir al sucesor".

El cardenal Rossi agregó que, a pesar del dolor por la pérdida, también se percibe una esperanza profunda: "Hay una experiencia de que estas cosas las maneja Dios, por encima de nuestras virtudes y miserias. Esa certeza da una esperanza sana, aun en medio de nuestras humanidades".

La despedida de Francisco se vivió, así, como un momento de dolor pero también de reafirmación del camino que el Papa argentino marcó con su vida y su pontificado: el de la bondad, la cercanía y el compromiso con los más humildes.

"Que Dios los bendiga", fue el mensaje final que monseñor Bokalic dejó a los fieles desde Roma, en una jornada que quedará grabada en la memoria del mundo.

 

 

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