Argentina marca su debut en la lista de países "Crypto Degens" publicada por CoinGecko. Esto refleja el crecimiento del interés en las criptomonedas de baja capitalización, una tendencia en América Latina donde los inversores comienzan a explorar activos digitales que ofrecen grandes riesgos y potenciales recompensas.
Históricamente conocida por su inestabilidad económica e inflación elevada, Argentina ve ahora en el mercado de criptomonedas un nuevo horizonte de oportunidades. El país se ubica en el puesto 21 en la lista de CoinGecko, con un interés del 1.10% en criptoactivos catalogados como "shitcoins" o "memecoins". Aunque este interés pueda parecer modesto, es significativo y refleja una nueva dirección hacia estas volátiles inversiones.
El término "Crypto Degens" describe a un grupo de inversores que participan en prácticas de mercado altamente especulativas y arriesgadas, a menudo sin una base teórica sólida para sus decisiones. Este comportamiento está impulsado por la búsqueda de retornos rápidos y altos, caracterizando una dinámica de mercado donde el riesgo es grande, pero el potencial de ganancia también puede ser excepcionalmente alto.
La afición de los argentinos por el riesgo con potencial de retorno no es algo nuevo. Los casinos en línea, con juegos como tragamonedas, Bitcoin blackjack y póker son muy populares en el país. Además, el interés por las llamadas "shitcoins" —criptomonedas de baja capitalización de mercado y frecuentemente asociadas a proyectos menos robustos o incluso a esquemas fraudulentos— ha crecido considerablemente. La situación económica en Argentina, caracterizada por una inflación elevada que alcanzó aproximadamente un 211% anual en 2023 según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), ha convertido a las criptomonedas en un refugio atractivo para muchos argentinos.
Ante la devaluación continua del peso y las restricciones cambiarias, los argentinos han incrementado mucho su interés en las criptomonedas, no solo como una forma de preservar valor sino también como un medio para realizar transacciones diarias y evitar las limitaciones del sistema financiero tradicional. Un reporte de PwC Argentina de 2022 muestra que, a pesar de la volatilidad del mercado, los fondos de cobertura cripto han mantenido el crecimiento, indicando un apetito por parte de inversores institucionales hacia estos activos digitales.
Además, el interés por parte de los inversores minoristas también es grande, con un aumento en la adopción de criptomonedas facilitado por plataformas locales de intercambio que ofrecen una variedad de servicios, desde staking hasta la compra de criptomonedas con moneda local. Los inversores argentinos están cada vez más atentos a las memecoins, que, según señala Cointelegraph, registraron ganancias de hasta el 1,312.6% en los principales tokens por capitalización de mercado en el último trimestre. Criptomonedas como Book of Meme (BOME) y Cat in a Dogs World (MEW) son ejemplos que han capturado la imaginación y el capital de muchos inversores.
No solo en Argentina, sino en todo el mundo, la dinámica de las criptomonedas de menor capitalización está cambiando. Países como Estados Unidos y Reino Unido encabezan el ranking, pero la presencia de países hispanohablantes como Argentina subraya un cambio en el pensamiento de los inversores de criptomonedas en diferentes países. La ascensión de las criptomonedas en Argentina no está aislada del resto del mundo. De hecho, esta tendencia se conecta directamente con los mercados globales. Y no parece ser un fenómeno pasajero.
Argentina es uno de los países con mayor intensidad de uso de criptomonedas en el mundo, según un informe de Chainalysis. Este informe clasifica el país en la novena posición global, subrayando un gran aumento desde el puesto 28 en años anteriores. Además, las recientes reformas en la legislación argentina, como la Ley 25.246, que busca regular el sector de las criptomonedas, apuntan a una mayor transparencia y estructura en su mercado local de criptoactivos.