Personal perteneciente a la Unidad Primaria de Atención (UPA) Nº 7 del barrio Parque Aguirre brindó el martes 8 y el jueves 10 de este mes el taller “Adolescentes y redes sociales: riesgos en línea, huella digital y ciberbullying”, en el Colegio del Centenario.
Adriana Ovejero, profesora de Educación para la Salud y Educadora Sanitaria de la UPA, aseguró que “la actividad fue muy positiva”, en diálogo con el equipo de Nuevo Diario.
El ciberbullying -también conocido como ciberacoso- refiere al uso de medios digitales para molestar o acosar a una o varias personas mediante ataques personales, divulgación de información personal o falsa entre otros medios (principalmente redes sociales).
“Vimos estrategias para que los chicos que reciben este tipo de mensajes puedan modificar la situación”, comentó Ovejero, quien consideró que “es muy importante” hablar sobre esta problemática.
Gabriela Ledesma, coordinadora de la UPA, se mostró sorprendida porque “al hablar con los chicos” demostraron “tenerla muy clara” respecto a la temática. “Les dijimos que tomen conciencia de los factores que intervienen en la salud mental, sobre todo”, puntualizó.
La propuesta estuvo destinada a los estudiantes de 1º año. Además de charlas, hubo dramatizaciones a cargo de los mismos estudiantes.
Según las últimas estadísticas mundiales publicadas en abril de 2023 por la organización Bullying Sin Fronteras, siete de cada 10 niños sufren algún tipo de acoso y ciberacoso.
Además, Argentina ocupa el quinto lugar entre los países del mundo con mayor cantidad de casos de bullying y ciberbullying: un reporte anual de 50.250.
“Es una etapa muy difícil donde les cuesta comunicar o expresar sus sentimientos”, entendió Ledesma, quien destacó que “tanto los profes como nosotros, el sistema de salud, estamos disponibles para que ellos sepan que tienen una alternativa, una escucha activa, una persona que está para cuando lo necesiten”.
Carmen Santillán, supervisora general de la Dirección de Atención Primaria de la Salud, señaló que “todas las UPA hacemos este tipo de actividades junto a otras instituciones”, debido a que “consideramos que la escuela es una herramienta de comunicación muy importante con las familias, sobre todo”.
Santillán, sin embargo, aclaró que “no es la idea desplazar al docente de su rol. Creemos que los docentes tienen la capacidad pedagógica y, además, el beneficio de conocer cuáles son las problemática de los chicos. Qué mejor que un docente para que hable de estos temas, que son emergentes, en el aula”, agregó.
Las entrevistadas coincidieron en que “en algunos casos, los jóvenes denuncian este tipo de situaciones, no obstante lo ideal sería hablarlo con algún docente u otro familiar” en caso de requerir ayuda.