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Caso Maradona: los jueces ordenaron allanar la Clínica Olivos, el último lugar donde estuvo internado

Hoy declaró Pablo Dimitroff, director clínico del centro de salud, durante cinco horas y sorprendió a la fiscalía al afirmar que los profesionales realizaron los controles prequirúrgicos a Maradona antes de la intervención, algo que fue desmentido anteriormente por otros testigos que pasaron por los tribunales de San Isidro.

Según Dimitroff, encontró documentos que avalan sus dichos y se los mostró a los jueces. Entonces, el equipo de fiscales que integran la acusación pidió allanar la clínica para que se chequeen todos los registros informáticos y en papel, del 3 al 11 de noviembre de 2020, ante la sospecha de que parte del expediente médico se haya obviado entre las pruebas que se presentaron en el debate.

La fiscalía también pidió que se haga un careo entre los profesionales que atendieron a Diego durante la internación. Ante esta solicitud, se pasó a un cuarto intermedio y, luego de varios minutos, los jueces decidieron que se haga lugar a las dos medidas, según informó el periodista de TN Santiago Martella.

Un testigo aseguró que lo obligaron a sedar a Maradona

Uno de los testigos que complicó a los acusados fue Fernando Villarejo, jefe de terapia intensiva, quien aseguró que al astro de fútbol no se le hicieron estudios previos, y dijo que tuvo muchas presiones del entorno de Maradona, sobre todo de Luque, y que lo obligaron a sedarlo y hacerlo dormir 24 horas.

Todo comenzó después del 30 de octubre de 2020, el cumpleaños número 60 de Maradona, que dejó una imagen impactante: se lo vio caminar tambaleante en la cancha de Gimnasia, sin fuerzas ni lucidez.

A raíz de eso, su entorno médico -entre ellos, la psiquiatra Agustina Cosachov y el neurocirujano Leopoldo Luque- propuso llevarlo a hacerse un chequeo. Así fue como ingresó en la clínica Ipensa, en La Plata.

Allí le detectaron el hematoma subdural, pero los profesionales del centro no consideraron necesario operarlo de urgencia. Preferían estabilizarlo clínicamente primero. Pero Luque no estuvo de acuerdo. Según relataron varios testigos en el juicio, él insistió en trasladarlo a un centro más preparado, y así llegó a la Clínica Olivos.

Finalmente, otros médicos llevaron adelante la cirugía. No lo operó Luque, ya que la familia se opuso. Después de la intervención, Diego quedó internado alrededor de una semana. Pero el clima era insostenible, ya que había una pandemia, el paciente estaba irritable, privado de alcohol en medio de un consumo problemático, con un entorno difícil de manejar.

“Era complejo examinarlo, había demasiada gente en su habitación”, afirmó ante los jueces Villarejo. Según su relato, el neurocirujano Leopoldo Luque solía ingresar “siempre” junto a la psiquiatra Agustina Cosachov.

“La clínica no era el lugar para mantenerlo sedado por tiempo indeterminado”, declaró Villarejo, quien aseguró que tanto Luque como Cosachov le pidieron reiteradamente que lo durmieran durante varios días para calmarlo. El objetivo no era solo facilitar el posoperatorio, sino controlar su compulsión y su estado emocional alterado. “Diego es inmanejable”, le dijeron, para justificar su pedido.

En medio de esas tensiones, se tomó la decisión de colocarle un catéter venoso, aunque él no permitía que lo tocaran, y permaneció sedado durante 24 horas. También se evaluó colocarle una sonda para su nutrición, pero los profesionales coincidieron en que esa situación no podía sostenerse a largo plazo.

La Clínica Olivos, en ese entonces, se oponía a la idea de una internación domiciliaria. Recomendaban derivarlo a otro centro especializado.b

Villarejo fue claro al declarar que se opuso a muchas de esas decisiones y dejó asentado todo en la historia clínica. También aseguró que no existían las condiciones para un tratamiento adecuado fuera de un centro médico. Pero, finalmente, a Diego lo llevaron a una casa en Tigre sin aparatología adecuada.

“Diego parecía tener un cuadro psiquiátrico agudo. Las hijas, por desconocimiento o porque confiaban en Luque, dejaron que hicieran lo que para ellos era necesario”, concluyó Villarejo.

¿Quiénes son los acusados en el juicio por la muerte de Maradona?

En el debate están siendo juzgados el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el enfermero Ricardo Almirón, el psicólogo Carlos Díaz, el jefe de los enfermeros Mariano Perroni, el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna y la médica coordinadora de la prepaga, Nancy Edith Forlini están imputados por “homicidio simple con dolo eventual”.

Por su parte, la enfermera Dahiana Gisela Madrid enfrentará un juicio por jurados populares durante la segunda parte del año.

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