El País

Catamarca | "Justicia por todos los hombres", dijo condenado por la muerte de su pareja

“Soy inocente. Justicia por todos los hombres que están mal acusados”, expresó Roberto Alejandro Barros, mientras esperaba la condena a cumplir. El viernes último, por unanimidad, un jurado popular lo declaró culpable por el delito de “abandono de persona seguido de muerte agravado por ser cometido contra el cónyuge”. Ayer llegó a la Oficina de Gestión de Audiencias (OGA) del Poder Judicial con plena conciencia de que iba a salir con una condena por la muerte de su ex pareja Sonia Liliana Garabedian, en Catamarca.

A las 11.20, la jueza directora Patricia Olmi dio apertura a la audiencia de cesura de pena. El fiscal de Cámara Miguel Mauvecín remarcó que la condena por el delito por el que Barros fue declarado culpable oscila entre los seis años y ocho meses y los 20 años de prisión. Además, consideró que la actitud de Barros fue más allá del abandono. “Previo, la despojó de sus bienes; la dejó sin dinero. No tenía a nadie. La despojó de sus hijos. La dejó casi en la indigencia, sin trabajo ni familia y vulnerable”, consideró.

No obstante, el representante del Ministerio Público Fiscal valoró que Barros reconoció que sus hijos necesitaron tratamiento psicológico, dado el impacto causado por la muerte de su madre. Para el fiscal Mauvecín, el acusado ejerció violencia física, verbal, psicológica y económica, según algunos testimonios. Además, remarcó que la autopsia psicológica advirtió una relación asimétrica de poder y Barros despejó a Liliana de todo lo material.

“Barros es una buena persona, educada, con buena conducta y carece de antecedentes. Si bien tuvo una conducta errada con su esposa, se hizo cargo de sus hijos”, remarcó. Finalmente, solicitó una pena de ocho años de prisión y que hasta tanto quede firme la sentencia debe cumplir con restricciones.

A su turno, Iván Sarquís, abogado de la querella impulsada por Leonilda Carrizo, madre de Liliana, sostuvo que Barros se valió de medios violentos para asegurarse el resultado final. Por ello, pidió la pena máxima, 20 años de prisión. No obstante, adhirió al Ministerio Público Fiscal en relación con las restricciones hasta que el fallo quede firme.

En tanto que la defensa, representada por el abogado del foro local Herman Zalazar, detalló que varios testigos habían coincidido en que era Liliana quien sacaba las cosas de la casa y que la gente se la llevaba. También destacó que no hay ninguna denuncia por violencia acreditada contra Barros.

“Se hizo cargo solo de sus hijos. Los hijos fueron bien criados. Ya son adultos libres y vinieron a declarar”, señaló. El defensor solicitó la pena mínima, seis años y ocho meses de prisión.

Finalizados los alegatos, la magistrada preguntó a Barros si tenía intención de expresar una última palabra. Barros hizo uso de este derecho. “… Que se consideren estos momentos difíciles: Mi hija está con tratamiento psiquiátrico; está desbordada; soy único sostén emocional y económico de mis hijos; jamás tuve problemas con la Justicia y siempre estuve a disposición”, expresó.

Luego, se pasó a un cuarto intermedio. Alrededor de las 12.30, la jueza directora dio a conocer el veredicto. Tras ser declarado culpable por un jurado popular por el delito de “abandono de persona seguido de muerte agravado por ser cometido contra el cónyuge”, la magistrada impuso una pena de ocho años de prisión. A la vez, resolvió que mantenga la libertad hasta que el fallo quede firme y restricciones. Tras conocerse la condena, el abogado de la defensa adelantó que se presentará un recurso de casación ante la Corte de Justicia.

 

Juicio popular

El juicio por jurados había comenzado el miércoles 4 de junio y se desarrolló durante tres jornadas. El viernes, tras una larga jornada de alegatos, instrucciones finales y una deliberación de una hora y media, el jurado llegó a una conclusión.

Leonilda “Lola” Carrizo, madre de Liliana, fue uno de los primeros testimonios que se escuchó. La mujer aseguró que su hija era víctima de violencia por parte de su pareja, Barros. Finalizada la audiencia, expresó que lo único que quiere “es justicia para mi hija. Que pague lo que tiene que pagar, así tenga que estar donde tenga que estar. Él respira, lo van a ir a visitar, le van a llevar ropa. Mi hija está dos metros bajo tierra. Mi hija no pudo criar a sus hijos. Mi hija no pudo vivir. Era una excelente persona. Ojalá Dios quiera que no salga nunca más”, añadió.

Otro de los testimonios fue el de una perito del Cuerpo Interdisciplinario Forense (CIF). La profesional declaró que hubo una omisión de cuidado para con Liliana y atribuyó esa omisión de cuidado a Barros y a otras personas a las que no nombró.

Barros también tuvo su oportunidad para contar su versión. "Los chicos me decían mi mamá me lleva al monte a caminar. Yo me iba a hacer cargo de los hijos y 'Lola' Carrizo, de Sonia. Carrizo se había ido a Buenos Aires a cobrar el sueldo y nos dijo que era un problema nuestro la situación en que se encontraba Liliana", contó.

Fuente: El Ancasti

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