Central Córdoba cayó este lunes ante Vélez Sársfield por 2 a 0 en el Estadio Único Madre de Ciudades, de Santiago del Estero.

El primer tiempo

El partido tuvo un mejor arranque de Vélez, que preocupaba por derecha con las proyecciones de Guidara, en tándem con Pizzini, quienes siempre buscaron al peligroso Brian Romero en el centro del área. Precisamente, el “9” tuvo un par de ocasiones propicias, en las que no convirtió por la buena intervención de Ingolotti y porque los defensores lo cerraron bien.

De a poco, Central empezó a manejar más la pelota, aunque siempre le faltó peso en el área rival. Lo tuvo Godoy en un mano a mano con Marchiori, pero ganó el uno con el cuerpo. Cuando el trámite se había emparejado, a los 22 minutos, un grosero error de Rivero (le sacó la vista a la pelota y esta le pasó por bajo la suela) le permitió a Romero establecer el 1-0 ante la desesperada salida de Ingolotti

A partir de ese momento, Central fue un cúmulo de nervios. Intentó atacar vía los colombianos Sánchez o Angulo, pero siempre le faltó “cinco pal' peso” arriba. Tuvo una chance como para empatar cuando Rak se anticipó a Marchiori, pero el cabezazo de Sánchez fue despejado en la boca del arco por Mammana.

El complemento

A los seis minutos del segundo tiempo, Vélez se quedó con un hombre menos por una mano de Mammana (cortó una jugada manifiesta de gol), estando amonestado.

A partir de ahí, Central se volcó masivamente al ataque e intentó por todas las vías posibles alcanzar el empate. Tuvo situaciones, pero no pudo vulnerar a Marchiori. Careció de un hombre de área, el ferroviario. Todos iban por afuera y nadie por adentro. El partido se tornó muy cuesta arriba, porque Vélez defendía bien y amenazaba con la contra.

Y cuando la visita tuvo una chance por la via antes mencionada, no perdonó. Vélez lastimó a fondo. Puso la estocada final con Francisco Pizzini, tras un desborde por izquierda. Dos a cero a los 26m.

En los últimos minutos, Central empujó con enjundia, pero evidenció toda su ineficacia a la hora de definir (¡una anemia ofensiva!). El equipo no encontró respuestas, pese a su insistente búsqueda.

Séptima derrota en ocho partidos para el DT colombiano. No hay manera de que la dirigencia o la Secretaría Técnica quiera sostener a un entrenador que dejará al equipo en descenso directo y con solo 1 de 24 puntos cosechados. No da para más. Una apuesta que salió muy mal y que compromete seriamente la plaza de la provincia en el fútbol campeón del mundo.