La Provincia

El día que Jorge Bergoglio le cortó el teléfono al padre "Pepe" Di Paola

El padre José María "Pepe" Di Paola, conocido por su trabajo en las villas de emergencia, recordó con cariño y admiración a Jorge Bergoglio, el papa Francisco, destacando su humildad, su espiritualidad y su profunda conexión con los más necesitados. "La gente tenía la foto de Bergoglio en sus casas, en un lugar preferencial de ese hogar, en momentos como, por ejemplo, bautizando, dando la primera comunión", rememoró el padre Pepe, subrayando el fuerte vínculo que el entonces arzobispo de Buenos Aires construyó con la comunidad.

"Siempre dije que él se paraba desde las villas para mirar Buenos Aires, y no desde la Plaza de Mayo para mirar Buenos Aires", afirmó el padre Di Paola, resaltando la perspectiva única de Bergoglio, que le permitía ver la realidad desde la óptica de los marginados, de la gente en situación de calle y de los desempleados. "Él veía junto a nosotros formas para sanear todo eso. Y tuvimos un obispo austero, trabajador", agregó.

El padre Pepe también destacó la constancia y dedicación de Bergoglio en su labor pastoral. "Lo más importante fue la verdadera constancia de la tarea, porque era una persona que lo llamabas a las seis de la mañana y te atendía", aseguró.

Una foto que retrata al padre "Pepe", hincha del "Globo".

Anécdota futbolera

Sin embargo, uno de los recuerdos más entrañables del padre Di Paola fue una anécdota futbolística que reveló el lado humano y divertido de Bergoglio. "Compartir un partido de fútbol no fue posible, siendo que él era de San Lorenzo y yo de Huracán", bromeó el padre Pepe.

Recordó particularmente un partido en 2009, cuando Huracán le ganó 1-0 a San Lorenzo. "Luego de ese partido, que el 'globo' le gana a San Lorenzo, a las seis de la mañana lo llamo a Bergoglio y le digo: 'Hola, jefe… ¿Cómo anda?' y reconoció mi tono y me contestó: 'No me digas que me llamaste para esto, que ustedes a veces nos ganan de milagro' y me cortó el teléfono", relató el padre Pepe entre risas. "Eso lo hacía muy humano y muy espiritual a la vez", concluyó, destacando la figura de un hombre que se entregó por completo a la causa de los más necesitados.

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