En marzo de 2023, una imagen del papa Francisco recorrió el mundo a una velocidad pocas veces vista. La foto lo mostraba caminando por la calle con un enorme abrigo blanco estilo Balenciaga, como una celebridad del mundo de la moda. En apariencia era él, el mismo que había sido ungido en El Vaticano con los mismos zapatos gastados con los que pisaba las calles de Buenos Aires y rechazaba el lujo palaciego. Pero la realidad es que se trataba de un montaje fabricado con inteligencia artificial (IA).
Creada con la herramienta Midjourney, la foto fue tan realista que millones de personas la compartieron creyendo que era auténtica. Más allá de la aclaración posterior de que no era una escena verídica, el impacto ya estaba hecho: el Papa se había convertido en un meme, en tendencia, en símbolo de la capacidad tecnológica de trucar la realidad, algo que él mismo había advertido varias veces que debía ser tratado con ética y responsabilidad.
De imagen viral a símbolo de una época
La figura de Jorge Mario Bergoglio fue, desde el comienzo de su papado, una mezcla inusual de tradición y modernidad. Pero fue internet, más precisamente, una IA, la que lo colocó en el centro de un fenómeno cultural global sin precedentes. Que el líder espiritual de más de mil millones de personas terminara convertido en una imagen intervenida por algoritmos, con estética de streetwear, dice mucho del momento histórico en el que vivimos.
El propio Francisco alertó sobre esto. En su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2024, advirtió que el desarrollo de la inteligencia artificial “requiere vigilancia ética constante” y pidió que se priorice siempre “la dignidad humana sobre cualquier avance tecnológico”. Decía esto con conocimiento evidente de lo que hablaba puesto que él mismo había quedado atrapado en la confusión que produce la desinformación.
Porque la imagen del “Papa fashion” no fue solo una anécdota viral: fue una forma de expresión que cruzó fronteras religiosas, generacionales y políticas. Jóvenes sin vínculo con la Iglesia lo compartieron, lo convirtieron en sticker, en chiste, en reflexión. Algunos lo vieron como irreverente, otros como una muestra de cómo la IA puede borrar los límites entre realidad y ficción. En todos los casos, lo humano y lo artificial se cruzaron, con él como rostro de esa tensión.
El autor de la imagen confesó haberla creado bajo efectos psicodélicos
Detrás de la famosa imagen no había una campaña de marketing ni un proyecto artístico institucional. Su creador es Pablo Xavier, un trabajador de la construcción de 31 años que vive en Chicago. En una entrevista con el sitio BuzzFeed News, reveló que la imagen del Papa surgió mientras experimentaba con Midjourney bajo los efectos de hongos alucinógenos. Su objetivo era crear arte psicodélico y, en ese estado alterado de conciencia, se le ocurrió mostrar al Papa Francisco caminando con un abrigo de lujo por una gran ciudad europea.
La campera blanca que viste el Papa en la imagen no existe en la realidad. Se trata de un abrigo puffer, un ícono del estilo urbano, pero no está asociado a ninguna marca específica. Fue generada por IA como una representación genérica de ese tipo de prenda, diseñada para parecer real pero sin referencia concreta.
Con información de La Gaceta