Opinión

El fenómeno vital del reality show: del cine y la televisión, hasta la era virtual

El reality show, como estructura de programa de televisión, ha marcado una época en cada país o en cada comunidad, pero lo cierto es que también toma rasgos fuertemente marcados de la literatura y del cine, ya que en ambos casos, las producciones audiovisuales que plantean la mezcla de "ficción y no-ficción", son parte de un nuevo estilo, de un nuevo "universo" de esas películas.

Pero lo cierto es que el reality hoy es un producto híbrido entre los tres tipos de artes o modalidades de arte, como lo son la televisión, el cine y la literatura. ¿Está todo guionado en ese tipo de propuestas? ¿Por qué la gente elige ver este tipo de formatos, sabiendo que no todo es "real"?

Bueno, partamos del concepto de que "lo real" lo determina cada audiencia, cada usuario. Lo que parece ser real, no es tan real. Pero, no les importa tanto eso, sino qué tantos elementos hay en la narrativa para intentar hacerles dudar entre lo real y lo irreal.

Un reality show es un programa de televisión que muestra situaciones reales y sin guion, etimológicamente, protagonizadas tales escenas por personas anónimas, personas reales. También se lo conoce como "telerrealidad".

Yo real, yo ficción

En su libro titulado "La intimidad como espectáculo", Paula Sibilia (2008) nos plantea un análisis de cómo la intimidad se ha convertido en un espectáculo en la sociedad contemporánea.

En la introducción, titulada "El Show del Yo", plantea que vivimos en una sociedad donde la exposición de la intimidad se ha vuelto una práctica común y aceptada. Explora cómo la tecnologías y los medios de comunicación han contribuido a esta transformación de la intimidad.

Asimismo, Sibilia destaca cómo las redes sociales y los reality shows han generado una cultura de la exhibición constante, planteando a la persona como una mercancía. La mercancía por excelencia de esta sociedad del espectáculo, es la misma persona. Cada quien se muestra y se vende en las redes sociales, muestra lo que tiene ganas de mostrar, como cual vidriera mundial. Las personas comparten detalles íntimos de sus vidas en busca de reconocimiento y validación. Por eso el "Yo real" se ve contrapuesto o muchas veces, colapsado por el "Yo ficción". Siguiendo la lógica de los títulos o lo que planteaba en su libro, Paula Sibilia. "Me parece indispensable decir quién soy yo..." (Friedrich Nietzche, pág. 9 de "La intimidad como espectáculo".

Para poder entender qué es lo que pasa con el "Yo real" y el "Yo ficción", el primero es la esencia de cada persona, es decir la verdad y ser genuino. Mientras que el segundo, es una máscara, un personaje creado para caer bien y ser "aceptado". Bueno, en su escrito, la autora profundiza en el concepto de "autenticidad" en la sociedad actual y señala que la búsqueda de esa autenticidad se ha vuelto una obsesión. Las redes sociales son el ejemplo claro de la búsqueda de la "aceptación", y por lo tanto, la búsqueda de la autenticidad se ve opacada por esa otra búsqueda, de ser aceptados.

Realidad y guion

Si hablamos de reality show, de la vida puesta frente a un programa de televisión, no solamente se nos viene a la cabeza Gran Hermano, sino que hay una película que muestra claramente esa cuestión de usar la vida privada de alguien como mercancía. Se trata de "The Truman Show", o "El show de Truman", que fue estrenada en el año 1998 dirigida por Peter Weir, protagonizada por Jim Carrey, Laura Linney, Noah Emmerich, Natascha McElhone, Ed Harris, Holland Taylor y Brian Delate, entre otros.

Esta película se originó a partir de un guion pensado para una película de suspenso y ciencia ficción ambientada en la ciudad de Nueva York. El filme fue todo un éxito en taquilla, recibió elogios por parte de la crítica cinematográfica y fue candidata a los premios Oscar, premios Globo de Oro, Bafta y Saturn. Ha sido estudiada como tesis en cristianismo, metafilosofía, realidad simulada, vigilancia, existencialismo y telerrealidad.

El personaje de Truman Burbank lleva adelante una vida que no es real, todo lo que lo rodea, hasta las personas de su entorno más íntimo no son genuinas en esa relación. Pues ha sido colocado en toda una ciudad creada artificialmente, su vida es un programa de televisión. Hasta que lo descubre y decide escapar, he ahí el planteamiento moral y cuestionamientos existenciales. Ya que la persona ha vivido engañada, creyendo tener una madre, esposa, amigos, que solo son actores. Eso es lo llamativo con respecto a esta película. "No hay nada falso en el propio Truman. No hay guiones, ni fichas de referencia. No siempre es Shakespeare, pero es genuino. Es una vida", así remarca en sus palabras uno de los personajes en la película. como cual carta de presentación de esta película. Hace hincapié en lo genuino de esa vida que se muestra, Quizás no haya un guion, pero hay un monitoreo, una guía, una manipulación de los sucesos y de las relaciones entre las personas, eso es mucho más que un guion ¿No lo creen?

Otro aspecto a relacionar con esta cuestión del reality show, tiene que ver con el padre de este tipo de programas de televisión: Gran Hermano. Su primera edición televisiva tuvo lugar en Países Bajos y su libro de cabecera es, sin dudas, "1984" de George Orwell, donde plantea un futuro distópico en el que un gobierno totalitario controla la vida de los ciudadanos ¿No les recuerda a algo?

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