Desde la comunidad de guardavidas de Santiago del Estero denunciaron la semana pasada que vecinos arrojaron basura, sobre todo botellas de vidrio, en el parque Aguirre y en el río Dulce, lo que generó incidentes en los bañistas.
El equipo de Nuevo Diario se contactó con Martín Cabral, jefe de guardavidas, para conocer más detalles. “Nos cansamos de atender a menores lastimados. Nosotros hacemos todos los días una limpieza, pero no damos abasto: es impresionante la cantidad de botellas de vidrio que encontramos”, apuntó.
Cabral diferenció dos tipos de visitantes: “la gente que aprovecha para disfrutar del río en familia” y “los que vienen en horas de la noche a tomar y buscar conflicto”.
Sobre este último grupo, criticó: “Juegan a tirar botellas, hacen daño”.
Guardavidas, policías y empleados municipales clausuraron recientemente algunos sectores del río debido a que vecinos tiraban piedras y botellas en su inmensidad.
“Dejaban residuos o botellas de vidrio. Esto generaba que el río los traslade y termine siendo un peligro, incluso para nuestros guardavidas: muchos de ellos tienen que entrar a la zona con zapatillas porque hay restos de vidrio”, lamentó.
Según el también secretario general del Sindicato de Guardavidas de Santiago del Estero y el NOA, llegó a haber hasta 20 damnificados por semana.
“La cantidad de cortes se habían incrementado, más en niños”, especificó.
Sin embargo, a partir de la denuncia en redes sociales, “la gente misma comenzó a llamarle la atención a estos grupos que venían con botellas”.
“Tomaron conciencia del daño que pueden causar. Algunos nos avisan si ven a personas tirando (botellas, piedras o basura) o haciendo desmanes”, destacó.
El entrevistado, por último, pidió a los vecinos que informen cuando perciban “actitudes reprochable de algún bañista” y que sigan las recomendaciones de los guardavidas: “nosotros estamos para cuidarlos, no para retarlos”, finalizó.