Una historia de pasiones prohibidas y poder real empezó a circular este miércoles gracias a una fuerte revelación de Jorge Rial en su programa Argenzuela, por la pantalla de C5N, e involucra a una ministra del Gabinete Nacional y a un periodista político, según su versión.

El conductor no se guardó nada y soltó al aire lo que ya era un murmullo en los pasillos de Olivos y en los sets de televisión: hay un romance en marcha entre una alta funcionaria del gobierno libertario y un conocido comunicador oficialista.

Se trata de una funcionaria con despacho caliente, que tiene línea directa con el Presidente y es considerada su espada más confiable. Soltera, pero de perfil rígido y técnico, se habría dejado llevar por la cercanía de un asesor no formal, alguien que supo ser parte de su pasado laboral en la televisión y que hoy la acompaña en la sombra, dándole consejos, apuntalándola en el barro político y, por lo visto, también compartiendo algo más íntimo, siempre de acuerdo con los trascendidos de Jorge Rial.

Él, por su parte, es un periodista de larguísima trayectoria, conocido por su alineamiento con todos los gobiernos de turno. Con el actual presidente no fue la excepción: se convirtió en una suerte de vocero extraoficial, con un micrófono siempre dispuesto a bancar las decisiones del Ejecutivo.

Según detalló Rial, los encuentros entre ambos se darían únicamente de lunes a jueves. Los fines de semana, por ahora, son terreno vedado: él está casado y debe mantener ciertas apariencias, aunque quienes lo conocen saben que su vida profesional siempre fue una pantalla ideal para manejar otros planos con total discreción.

El pasado entre ambos no es casual. Muchos años atrás, ella fue una pieza fundamental detrás de cámara en el ciclo que él conducía. La relación laboral de entonces habría mutado con el tiempo en un vínculo más personal, y ahora, en plena era libertaria, se habría consolidado con una dinámica de pareja no oficial pero muy activa.

Un dato no menor que expuso Rial es que algunas noches ella pernocta en la Quinta de Olivos. Un detalle que, de confirmarse en este contexto, podría no caer nada bien dentro del entorno presidencial, acostumbrado a controlar cada movimiento de sus alfiles.

Con información de Minutouno