El exgerente de una concesionaria fue condenado por estafar a la propia empresa en la que trabajaba. Los detalles de cómo llevó lograba desviar el dinero del negocio.
La fiscal interina de la Unidad de Delitos Económicos Complejos (UDEC), Ana Inés Salinas Odorisio, representó al Ministerio Público Fiscal en el juicio. Además de la pena de prisión, el juez hizo lugar a la demanda civil presentada por la empresa damnificada y ordenó al condenado pagar una indemnización de 19.407.159 pesos por los perjuicios ocasionados.
La causa se inició en 2017, luego de que el apoderado legal de la concesionaria denunciara maniobras fraudulentas realizadas por el hombre mientras se desempeñaba como gerente. Según la acusación, el exgerente cobraba pagos en efectivo de distintos clientes, pero reportaba montos menores a la empresa. Para encubrir las irregularidades, generaba órdenes de pago ficticias a proveedores, que no se correspondían con facturas ni comprobantes válidos.
Un informe técnico contable del Gabinete de Delitos Económicos del CIF reveló que también manipulaba el sistema informático de la concesionaria para ingresar datos falsos que simulaban operaciones legítimas. Estas alteraciones le permitieron ocultar las diferencias entre lo cobrado y lo informado, generando un importante perjuicio económico para la firma.