Un rol clave en este proceso hacia la beatificación y canonización de monseñor Jorge Gottau lo ha tenido la fundación en su honor, por su apoyo constante a la causa, y en la persona de su director, el Prof. Jorge Almirón, quien reflexionó sobre este nuevo paso en este camino.

Al respecto, señaló: "El camino sigue, sostenido por la fe, el amor y el compromiso de toda una comunidad. Desde la fundación, hace quince años, junto al Obispado de Añatuya y la Congregación de los Redentoristas, comenzamos este proceso para la beatificación y canonización. Y en ese momento analizábamos la vida y la obra que tuvo Gottau. Para los que tenemos fe, pensamos que Gottau fue un santo de nuestros tiempos".

"Gottau fue un gran misionero, abrió 20 escuelas en el monte, trajo sacerdotes y monjas de todo el mundo. Y en aquellos momentos, luego de haberlo hablado y analizado con monseñor Uriona, el obispo de Añatuya de hace 15 años, nos acercamos al cardenal Bergoglio y él nos dijo que sigamos adelante", expresó.

En la misma línea, siguió: "Este proceso tiene dos etapas, la primera cierra este lunes con esta sesión de clausura. Y luego, da comienzo la segunda etapa donde tendremos que rezar para que luego de que un grupo de especialistas analicen todo el material recabado se dé este milagro y pueda ser el día de mañana San Jorge Gottau".

Acerca del legado de Gottau a través de la fundación, de la cual está a cargo, Almirón agregó: "Nuestra finalidad es asistir y ayudar con las obras y personas del Chaco Santiagueño, y principalmente con las obras del Obispado de Añatuya. Cuando llegó Gottau a esta diócesis que no existía en el año 1961, él fue el primer obispo, había 7 sacerdotes y 7 capillas y cuando él fallece en 1994, dejó más de 300 obras, más de 30 sacerdotes, más de 100 religiosas, más de 20 escuelas, hogares de ancianos y hogares de niños. Y nuestra fundación acompaña y sostiene estas obras, y trata de aggiornarlas".