El miércoles 9 del corriente mes, alrededor de las cuatro, el celdero de la subcomisaría de Villa Robles, departamento Robles, salió del baño y se dirigió a realizar la ronda de control de presos. En esa circunstancia, el agente advirtió que el candado del calabozo se encontraba abierto y al contar los detenidos, faltaba uno. Se trataba de Nicolás Nahuel Lescano, de 27 años, quien está imputado de abuso sexual.

Otro de los agentes que estaba en la dependencia policial tampoco había escuchado nada porque se encontraba en la oficina de sumarios completando un expediente.

Uno de los detenidos indicó que, mientras descansaba, escuchó un ruido como si hubieran abierto la reja de la celda y que alguien salió, aunque no lo vio porque “estaba durmiendo”.

Con la llegada de refuerzos, se realizó un amplio recorrido, aunque en el inicio descubrieron que debajo de un trapo de piso que estaba al costado de la puerta de ingreso, había una barra de hierro, que había sido utilizada para violentar el candado.

Desde ese momento, se iniciaron rastrillajes diariamente, ocasiones en las que involucraron a personal de otras dependencias policiales. Incluso, se dio intervención a efectivos de la División Búsqueda y Captura de Prófugos y Evadidos de la Justicia, dependiente de la Dirección General de Investigaciones, quienes lograron determinar que el evadido, conocido como “Nacho” y domiciliado en La Higuera, departamento San Martín, se había alimentado e hidratado en al menos dos casas de familiares de la zona, quienes comenzaron a ser vigilados más de cerca. Permanecía unas horas por las noches y luego regresaba al monte. Los dueños de casa, un hombre y una mujer, fueron apresados por encubrimiento.

Fuentes ligadas con la investigación revelaron que, al no poder volver a las casas de quienes lo habían ocultado en los últimos días, los policías se instalaron en inmediaciones del domicilio de sus padres. Ya había pasado más de un día en el monte, aunque el hambre y la sed lo “presionaron”. A la una de ayer, mientras “Nacho” caminaba en la penumbra por un sendero paralelo a un camino vecinal de Tiu Chacra (San Martín), que se dirige a la casa de sus padres, fue sorprendido por los policías. Hambriento y sediento, el recapturado fue cargado en un móvil policial y trasladado al Centro Único de Detenidos de la Capital, por orden de la jueza de Control y Garantías, Dra. Roxana Menini, y la fiscal María Teresa Montes. Se le sumó la imputación de evasión, en perjuicio de la administración de Justicia.