Como referente, capitán y jugador muy querido por el hincha de Mitre, Juan Alesandroni dio la cara tras no cumplir el objetivo de clasificar al reducido, pese a la victoria sobre Chaco For Ever.
El mediocampista que ya lleva 8 años en el “aurinegro”, se mostró triste e hizo un balance de lo que fue la temporada del equipo en la Primera Nacional.
Elogió a Mario Sciacqua y habló de su futuro en el club.
—Como referente,¿cuáles son tus sensaciones tras no poder alcanzar el objetivo de la clasificación?
—Estamos destruidos. La ilusión era muy grande por el torneo que hicimos. Cuando parecía que nos alejábamos sacamos el temple y las ganas, pero después los rendimientos individuales pasan. Lo importante era clasificar, no lo pudimos hacer, así que estamos dolidos y eso va a durar.
—Tu cara lo dice todo, se te vio muy golpeado, se nota que te sientes muy identificado con Mitre...
—Amo a Mitre. Después de tantos años el sentimiento es muy grande, y duele más cuando pasan estas cosas por la ilusión que tenía yo, mi familia e incluso está mi vieja en Santiago. Yo estaba seguro que íbamos a conseguir el objetivo, veníamos de una situación complicada con ella, quería que lo disfrutara conmigo y no se dio. Ahora está para acompañarme en este momento difícil, pero hay que seguir. Hoy es muy pronto para pensar en lo que viene, pero esperemos que sirva para que el club siga creciendo.
—¿Da más bronca no haber clasificado por la gran campaña que hicieron?
—Más que bronca es mucho dolor. Estábamos muy ilusionados, veníamos haciendo buenos partidos. El que se nos escapó ante Brown de Adrogué hoy nos duele el triple, así que nos toca despedirnos de la gente con una tristeza grande, con un dolor grande, pero el fútbol tiene estas cosas que te hace estar feliz por momentos y en otros estar devastado. La realidad es que hace muchos partidos no perdemos, pero nos faltó convertir más goles, aunque no se le puede reprochar nada a ninguno de mis compañeros. Uno que estaba en el día a día sabe lo que se entregaron y dieron todo lo que tenían.
—Fueron de menor a mayor en el torneo, ¿qué les dijo Sciacqua al final del partido?
—Arrancamos con otro cuerpo técnico (Joaquín Sastre) que también hizo las cosas bien, aunque por ahí no nos encontrábamos. Llegó Mario (Sciacqua), un loco lindo que nos motivó, nos hizo creer y creíamos que éramos los mejores, por momentos bien y por momentos no tan bien, pero lo más importante era tener una mística y en cada partido lo demostramos dejando la vida, dejando todo. Quizás no éramos un plantel con mayor jerarquía, pero sí con mucha hambre y ganas.
—Pensando a futuro, ¿te ves en Mitre en 2025?
—La verdad que el dolor es grande, solamente tengo ganas de estar con mi familia, uno se replantea un montón de cosas porque uno se entrega siempre al máximo, al cien por ciento y ojalá pueda continuar por muchos años más, pero el fútbol es dinámico. Uno está tan bien en el club que se le hace difícil pensar en no continuar, pero también hay decisiones que no dependen de uno. Le agradezco a la gente de Mitre y a la vez le pedimos disculpas por no poder regalarles la clasificación al reducido que se la merecían. Estoy eternamente agradecido a la gente de Mitre. Ojalá que el dolor pase rápido y el año próximo vuelva a alentar como lo hace siempre.